El frío pavimento y las aceras de Bucaramanga y del área metropolitana, de manera desafortunada, son los improvisados ‘dormitorios’ y ‘sanitarios’ de la población en situación de calle.
Muchos de los mendigos se la pasan vagando por la ciudad, hurgando entre la basura y, en muchas ocasiones, intimidando a los transeúntes.
Según las estadística oficiales, entregadas por el DANE, existen 1.960 indigentes deambulando por las calles de la ciudad: 1.448 mendigos pernoctan en las calles de Bucaramanga; 276, en Floridablanca; 127, en Piedecuesta; y 109, en Girón.
La verdad es que se podría decir que la realidad que se ve en los semáforos, en los parques de la ciudad y en las calles del centro evidencia que las estadísticas oficiales son mayores y distan mucho de los censos del DANE.
De hecho existe una población flotante que incrementa la cantidad, debido a que las condiciones ambientales y sociales de Bucaramanga la convierten en una estancia de paso obligada para quienes van en busca de nuevos rumbos.
Tras la problemática social que desencadenó en los últimos años la pandemia, se identificaron 15 zonas específicas en donde los indigentes se concentran, siendo el Parque Centenario, la carrera 15 y la entrada al norte tres de los sitios más neurálgicos en ese sentido.
Cerca de un 25 % de los habitantes de la ciudad se ubica en la Comuna 15, del Centro; un 20% en la Comuna 3, de San Francisco; y otro 14% en la Comuna 2, de la zona Nororiental.
Voz oficial
Para Jorge Neira González, secretario de Desarrollo Social del Municipio, “en un censo, hecho por su despacho, en Bucaramanga se han identificado 758 personas en situación de calle en esta ciudad y no 1.448, como señala el DANE”.
De esta población indigente, según lo ha identificado el censo del citado despacho municipal, 89 % son hombres y 11 % son mujeres.
Neira González dijo que, para atender a esta población, se ha invertido una suma cercana a los $ 2.809 millones.
La anterior cifra, en palabras del funcionario, “convierte a Bucaramanga en el municipio del área metropolitana que está soportando el mayor número de habitantes en calle, razón por la que ha aumentado su inversión de recursos”.
El titular de Desarrollo Social precisó que el 29 % de las personas en calle pertenecen a otros municipios (180 poseen Sisbén u otros programas que vinculan su atención en salud fuera de Bucaramanga).
Según argumentó, “el Municipio reconoce el derecho de esta población a habitar la calle de manera libre, mientras no cometa delitos u otras conductas contra la convivencia”.
También recordó que la Corte le exige al gobierno el desarrollo de programa de apoyo y resocialización voluntaria, así como servicios de dignidad como alimentación y acceso a servicios de salud y, por supuesto, prohibe prácticas que atentan contra los derechos humanos: persecución, privación injustificada de la libertad en establecimientos, aplicación de procedimientos clínicos o psicológicos sin la autorización del sujeto”.
“Durante 2022, en Bucaramanga se logró terminar el proceso de resocialización de 22 personas; de las cuales se mantiene seguimiento en su evolución y se protocolizó el reencuentro familiar de cinco personas”, dijo el funcionario.
También informó que en el municipio funciona un hogar de paso, que atiende semanalmente a más de 200 personas diferentes, y que se convierte en la primera puerta de ingreso a los servicios: “allí convencemos a varios a que inicien su proceso de readaptación a la sociedad”, dijo.
“En los meses de funcionamiento del hogar de paso de 2023 hemos logrado vincular a diez personas que iniciaron servicios en hogar de paso y pasaron a la fundaciones”, informó.
Los retos actuales, según dijo el funcionario, “es establecer mesas de trabajo para definir la hoja de ruta metropolitana. También se ha solicitado la intervención del Gobierno Nacional para articular la política de asistencia y exigir que todos los municipios respondan de manera articulada para que ciudades como Bucaramanga no continúen recibiendo el peso de inversión”, puntualizó.