Tras ser llevado ante un juez de garantías, donde un fiscal adscrito a la Unidad de Vida de la Seccional Santander le imputó el delito de feminicidio agravado, Ronal Torres Vega, de 39 años, se allanó a los cargos.
El hombre aceptó que fue el responsable de asesinar con un arma cortopunzante a Yenny Paola Correa Medina, de 37 años, quien era su compañera sentimental y con quien tenía una hija adolescente.
“Logramos que este hombre que está interno en Palogordo aceptara los cargos. Recordemos que le propinó 14 heridas con un arma cortopunzante. Con esto podemos decir que el esclarecimiento del homicidio en Colombia es del más del 90 por ciento”, señaló Marisol Ramírez, directora de Fiscalías en Santander.
Los hechos por los que lo señalan, ocurrieron durante una visita conyugal el pasado 2 de abril, en la cárcel de Palogordo de Girón.
A las 12:50 de la tarde, Ronal salió de una de las celdas del patio 8 a la zona de visitas. Allí lo esperaba la que era su esposa.
En medio de ese encuentro, de manera inesperada, Torres sacó un arma cortopunzante que fabricó de manera artesanal en el penal, y la hirió en el cuello.
Yenny, de 38 años, fue trasladada a un centro hospitalario donde falleció este 14 de mayo.
Era oriunda de Bucaramanga y llevaba casada 16 años con Torres Vega, quien, al parecer, la amenazó con mandar a agredir a su familia si no lo visitaba, de acuerdo con el informe presentado por la Fiscalía de Santander.
“Eso lo sabíamos, que eran constantes las amenazas de ese sujeto. Conocíamos que incluso le decía a Yenny que atentaría contra la vida de su propia hija. Ella por evitar que pasara a mayores aceptaba ir a visitarlo”, señaló una de las hermanas.
También la familiar le aseguró a Q’hubo que el brutal y desmedido ataque fue con un hueso de pollo, al que el agresor le sacó filo para hacerlo más letal. La mayoría de las lesiones fueron sobre la zona del cuello.
“Todo estaría relacionado con reclamos por celos. Ella estaba con él porque el tipo la tenía amenazada, sin embargo ella hacia el esfuerzo por ir hasta esa cárcel, que no es fácil llegar, para visitarlo y que sintiera la compañía de su pareja, pero mire cómo le terminó pagando”, relató su familiar.
Desde hace seis años, el hombre se encontraba pagando una condena de 23 años por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas, por hechos ocurridos en 2017.
Ahora, al aceptar cargos por el delito de feminicidio agravado, podría pagar una pena entre 21 y 41 años de prisión sin ningún tipo de rebaja.
La familia no solo espera la pena máxima de 41 años, sino también las explicaciones del Inpec del porqué no se custodió la vida de Yenny.
“Esta es la fecha y no nos han dado una explicación de qué pasó. Cómo fue que no se requisó al reo antes de la visita. Esperamos respuestas”.