En hechos que son materia de investigación, entre la noche del viernes y la madrugada del sábado el uniformado en cuestión recibió un disparo que comprometió un órgano vital y que lo tiene en estado crítico luchando por su vida en un centro médico.
Lo inaudito del asunto es que todo apunta a que sucedió dentro del recinto religioso y quien accionó el gatillo sería uno de los sacerdotes que allí se encontraban.
Si bien las primeras versiones sostiene que se trató de un accidente, los dos religiosos terminaron capturados por ser los únicos presentes en el sitio además del herido. Al cierre de esta edición, las autoridades manejaban el tema con absoluto hermetismo y aún no se conocía una versión oficial del hecho; sin embargo, Q’HUBO pudo constatar que el hecho en efecto sucedió, y que involucra otros atenuantes que tienen a los feligreses absolutamente sorprendidos. Les contamos los pormenores.
¿Qué sucedió?
Es precisamente la pregunta que ronda en la cabeza de los vecinos, feligreses, comerciantes y, en general, entre la comunidad religiosa de la capital.
De acuerdo con las autoridades que atendieron el caso, pasada la medianoche del sábado; es decir, durante los primeros minutos del 29 de abril, recibieron la alerta que daba cuenta de que un uniformado había recibido un disparo al interior de una iglesia ubicada en el sector de Juan Rey.
Al parecer, quien habría apretado el gatillo sería un religioso, quien accionó el arma de manera accidental. Los uniformados quedaron igual de sorprendidos al recibir el llamado de alerta y por eso no tardaron en llegar a la zona.
“El policial herido tiene el grado de subteniente y recibió un disparo a la altura del pecho. Todo lo sucedido está por establecer, porque es muy confuso y los únicos presentes, además de la víctima, son los indiciados. Se sabe, eso sí, que los hechos sucedieron al interior de un centro religioso y que hubo un disparo. Al parecer, según comentó la comunidad en las labores de vecindario desarrolladas, los implicados estarían consumiendo bebidas alcohólicas y en medio de la reunión el disparo habría sido ocasionado de forma accidental. Esa es la única información hasta el momento. Los religiosos fueron capturados, además de lo evidente, por porte ilegal de
armas”, le dijo en la mañana de ayer a Q’HUBO una fuente policial que conoció el caso.
El uniformado herido, de quien se desconoce si se encontraba en servicio en el momento de los hechos, fue trasladado de urgencia al Hospital de La Victoria y tras la realización de varios procedimientos, finalmente fue trasladado al Hospital de la Policía, en donde permanece con pronóstico reservado.
Por su parte, M. A. González y F. J. Castro, los religiosos implicados, fueron detenidos y se espera que su situación jurídica sea solucionada en los próximos días. Al parecer, uno de los implicados desarrolla las labores propias de su oficio en una iglesia del barrio Juan Rey.