Uldarico Castillo Aguilar, un ganadero de 62 años, natural de Vélez (Santander), pero afincado en el Puerto Petrolero desde hace casi treinta años, falleció sobre las 7:30 de la mañana del pasado lunes en un terrible accidente ocurrido en su propia parcela, en el kilómetro 4 en la vía nacional, jurisdicción de Barrancabermeja.
El hombre, quien dedicaba su vida a cuidar sus terrenos y sus animales, llegó ese día a vigilar el corral en donde permanecía uno de sus toros, el cual, la noche anterior había pasado las horas inquieto y agresivo. La furia del semental se convirtió en un mal presagio de que lo peor estaba por venir.
Uldarico, confiado en poder controlar la situación, pues toda su vida había sido un excelente jinete y era reconocido por ser un impecable domador de caballos, intentó ingresar al establo, sin pensar que la fiereza de la bestia sería incontrolable y acabaría con su vida en cuestión de minutos.
“Prácticamente mi hermano iba todos los días, ahí había una señora que le colaboraba, ese día él llegó y salió a mirar el animal, un toro. Abrió el corral y el animal lo embistió; él alcanzó a gritar y la señora al darse cuenta fue a llamar los vecinos”, relató Deisy Carolina Barón Castillo, sobrina del ganadero.
Cuando los vecinos llegaron, era demasiado tarde, los golpes que había recibido el adulto mayor producto de la arremetida del toro, lo dejaron sin vida de manera instantánea, “los vecinos llegaron, pero no se pudo hacer nada, ya era tarde porque los golpes fueron muy fuertes y ya mi tío estaba muerto, ni siquiera hubo tiempo de llevarlo al hospital, no hubo nada qué hacer”, relató la familiar.
Del animal que provocó la tragedia, se supo que llevaba dos años bajo el cuidado del ganadero y que desde el día anterior había estado inquieto, después de que Uldarico cerrara la venta de su compañero de corral.
“Los animales son un misterio, y uno no sabe; mi hermano el día anterior había vendido un toro que era el que estaba en el mismo corral; tal vez se sintió solo y eso provocó que el animal estuviera inquieto y pasó lo que pasó; estamos muy tristes porque él era un hombre trabajador y amaba lo que hacía”, dijo Jhon Jairo Castillo Aguilar, hermano del ganadero.
Hasta el lugar llegaron las autoridades a hacer el levantamiento del cadáver. Familiares esperan que el cuerpo sin vida del adulto mayor llegue hasta el municipio de Vélez, en donde le darán el último adiós, “mi tío era un hombre trabajador, no hay palabras para describirlo; caballista, amansador de caballos, incluso en Ocaña había ganado premios por ser buen jinete; amaba su vida en la parcela, toda la vida fue ganadero y esa era su vida; emprendedor, era un ejemplo de hombre, que perdió la vida de esta manera tan inesperada”, dijo su hermano.
La partida de Uldarico deja una profunda tristeza entre amigos y familiares, especialmente entre sus tres hijos.