Un taxista de 63 años, quien lleva más de 30 años recorriendo las calles de Bucaramanga, fue atacado a cuchillo por dos hombres en un semáforo de la ciudad, el pasado domingo, sobre las 7:30 p.m.
El conductor se encontraba en busca de algún servicio y llegó al semáforo de la calle 55 con carrera 17, se estacionó justo en frente de un lavadero, mientras esperaba el cambio de luces. Ahí fue interceptado por dos hombres.
“Se le acercaron dos hombres, extranjeros, a la ventanilla. Los tipos querían robarle el celular, se le abalanzaron y él reaccionó echando para atrás su silla, a no dejarse robar. Uno de ellos sacó un cuchillo y empezó a hacerle ‘lances’, él se defendía, como podía, con las piernas”, relató la hija de la víctima.
En medio de ese forcejeo, los señalados asaltantes le propinaron una puñalada en la cadera. Tras percatarse de la agresión, la ciudadanía empezó a gritar y a los ladrones no les quedó de otra que darse a la fuga.
“Mientras uno lo agredía, el otro le partió el vidrio trasero del carro. Le querían pegar la puñaladas en el estomago, pero como él se movió la terminó recibiendo en la cadera», añadió la mujer.
Por sus propios medios, el taxista se dirigió hasta la Unidad Materno Infantil Santa Teresita, Uimist. Allí, la herida fue suturada, evitando que la situación fuera de mayor gravedad.
“Queremos que las autoridades refuercen más la seguridad, más control en los puntos vulnerables de la ciudad, como se veía antes”, fue la petición hecha por la familia de la víctima.