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Gabriel Carrillo podría ser el nuevo gerente deportivo de Atlético Bucaramanga

Gabriel Carrillo tiene una amplia experiencia como gerente deportivo en el fútbol colombiano.

Atlético Bucaramanga está en conversaciones con el directivo Gabriel Carrillo Iregui, quien ya ha tenido ciclos anteriores en el conjunto ‘Leopardo’.

El reconocido dirigente, de exitoso paso por Uniautónoma y Real Cartagena, con quienes logró el ascenso a la Primera División, actualmente hace parte del Club Delfines, que en el último tiempo ha conseguido importantes resultados en el balompié aficionado, Con un entrenador como Jorge Ramoa.

En las próximas horas se definirá si finalmente se suma a la junta directiva del club ‘Leopardo’, que busca adelantar procesos para reforzar el plantel de cara al segundo semestre de 2023, luego de la floja temporada, en la que apenas consiguió 12 puntos en 15 fechas y es penúltimo.

Vanguardia conoció que Gabriel Carrillo, quien siempre a reconocido su afecto por el Atlético Bucaramanga, se reúne este lunes con la directiva búcara.

Entre tanto, el periodista Sergio Prada, de Extra tiempo, informó en su cuenta de Twitter que «Gabriel Carrillo regresa al @ABucaramanga, como nuevo gerente deportivo, para poder colocar toda su experiencia al servicio del equipo. ‘El Leopardo’ necesita levantar de esta crisis institucional, hoy será oficializado».

¿Quién es Gabriel Carrillo?

Felipe Zarruk, columnista de esta casa periodística, hace poco realizó una columna de Gabriel Carrillo y a continuación la compartimos.

En el año 2001, el Atlético Bucaramanga era de unos mexicanos y de unos argentinos muy extraños, quienes le vendieron el equipo a Luis Fernando Yepes en mil ochocientos millones de pesos. Yepes era un ‘empresario’ antioqueño metido en el fútbol y cuando llegó a la Dimayor en busca de ayuda, el presidente de Santa Fe Hugo Prieto le recomendó sin dudarlo a Gabriel Carrillo, quien durante muchos años trabajó en el onceno capitalino.

Prieto le dijo a Yepes: “Esa es la fiera que usted necesita allá, Carrillo sabe cómo se maneja un equipo de fútbol”. Gabriel había dejado de lado sus estudios de medicina y administración de empresas para irse detrás del fútbol y en Santa Fe conoció dirigentes de la talla de Guillermo ‘Chiva’ Cortés y César Villegas, con los cuales se fue acercando para estudiar de cerca el corazón, los intestinos y la anatomía de un equipo de fútbol profesional.

Gabriel aterrizó en Bucaramanga en julio de 2001 y encontró un equipo que iba en picada para el descenso, como en efecto sucedió luego de la salida de Jorge Luis Pinto y la llegada de varios técnicos que no pudieron salvar un barco al cual le entraba agua por la proa y por la popa. Contrataron a Alexis García y en un triangular que se realizó en Cartagena, gracias a los buenos ‘oficios’ de Juan José Bellini, se mantuvo la categoría con aquel famoso penal ejecutado por el portero uruguayo Leonel Rocco.

A partir de ahí, Carrillo tomó las riendas del Atlético y armó un tremendo plantel para el 2002, el cual incluyó a grandes jugadores como Juan Carlos Henao, Herman ‘Carepa’ Gaviria, Orlando ‘Pony’ Maturana y Orlando ‘Fantasma’ Ballesteros, entre otros.

Hizo una llave extraordinaria con Reinaldo Amaya Mantilla, a quien sus genes le indicaron que debía ser el presidente del Atlético y con ellos estaba don Juan Fajardo como vicepresidente. Ese año el dirigente bogotano se metió a las oficinas de Freskaleche, sin que nadie lo conociera, y consiguió el patrocinio de esa firma, el cual se ha mantenido por muchos años. Puso al Bucaramanga a pelear los torneos y luego se marchó al Real Cartagena, al cual ascendió y llegó a la final del torneo colombiano contra el Deportivo Cali.

Se marchó para Barranquilla y armó el proyecto de la Universidad Autónoma del Caribe y logró el ascenso del onceno barranquillero junto a Willy Rodríguez y a mi hermano Roberto. Después se fue hasta Montería y allí le dio vida a los Jaguares de Córdoba y los metió a participar en la Copa Sudamericana.

Gabriel es un hombre de overol y botas pantaneras, comprometido con las causas que emprende. Era normal verlo desde las cinco y media de la mañana en las sedes de los equipos, pendiente de la hidratación y alimentación de los jugadores; hombre recto en el manejo de los dineros de los clubes para que el plantel estuviera al día con los pagos de sus salarios y sus premios.

Se ganó el respeto en la Dimayor gracias a su seriedad y a sus conocimientos en la materia. Tanto es así que hoy en día está manejando al Club Delfines de nuestra ciudad junto a jóvenes empresarios como Pike Díaz y Carlos Serrano.

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