Los bombardeos de represalia israelíes de la pasada madrugada sobre Gaza se saldaron con la muerte de 42 personas, entre ellas diez niños y 12 mujeres, elevando la cifra total de muertos desde el inicio de la escalada a al menos 188, mientras sigue el intercambio de fuego entre las milicias e Israel.
Las más de cuarenta víctimas fatales «son todas civiles», y hay al menos 50 heridos, «en su mayoría mujeres y niños», afectadas por un bombardeo contra cinco edificios del barrio Rimal de la ciudad de Gaza que el Ejército atacó anoche «sin previo aviso», denunció el portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, Ashraf Al Qedra.
Desde hace horas, los servicios de emergencias del enclave siguen buscando a docenas de personas atrapadas entre los escombros de los inmuebles atacados, agregó Sanidad.
Un portavoz del Ejército dijo estar revisando el incidente.
Los ataques aéreos de anoche sobre la ciudad de Gaza fueron los más intensos desde el inicio de la escalada y se centraron en gran medida sobre el vecindario de Rimal, en la parte oeste de la urbe, dijeron a Efe testigos sobre el terreno.
Los ataques israelíes consistieron en 50 bombardeos en menos de 15 minutos e incluyeron la residencia del líder del grupo islamista Hamás en el enclave, Yahya Sinwar, que no estaba en la vivienda.
Desde el inicio de la escalada el lunes, Israel ha atacado más de 650 objetivos de la franja en respuesta al disparo de 2.900 cohetes hacia territorio israelí por parte de milicianos de Hamás y Yihad Islámica. Según denunció el Ejército, es la ola de disparos desde Gaza más intensa que el país sufre en su historia, con un porcentaje de lanzamientos más alto que las guerras de 2014, 2012 o 2008-09.
Diez personas han muerto en Israel, entre ellas ocho por impacto de proyectiles y dos mujeres que cayeron cuando corrían a refugiarse. A su vez, más de 270 israelíes han resultado heridos.
Durante el día, después de que por la madrugada se lanzara otra ráfaga de cohetes hacia el área de Tel Aviv y el centro del país, las alarmas siguieron sonando en localidades cercanas al enclave y otros puntos del sur como la ciudad de Bersheva. Se registraron impactos que causaron daños materiales, sin víctimas fatales.
El Ejército siguió también con los bombardeos de represalia contra el enclave. Entre otras acciones, en las últimas horas atacó dos almacenes de armas de Hamás y «activos militares» del grupo en un edificio que servía como «sede de inteligencia» en el norte de Gaza.
En Gaza, por su parte, los daños materiales y el paisaje lleno de escombros de edificios parcial o totalmente demolidos es la tónica.
Los bombardeos «han destruido 76 edificios», unas 725 viviendas «han sufrido daños importantes» y otras 4.134 «daños menores», según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Según concretó en un informe, también hubo «daños extensos» en inmuebles comerciales, escuelas, carreteras, redes eléctricas, instalaciones de agua o tierras agrícolas.