Este hombre de 45 años, como lo hace desde hace tres meses, salió de su casa en el barrio El Dangond, en el sur de Bucaramanga, con rumbo a las distintas veredas del corregimiento de Berlín, jurisdicción del municipio de Tona, Santander, a vender sus productos.
Apenas iniciaba la jornada, cuando en una polvorienta vía de la vereda Arenales su automóvil Mazda 323, de placas BUJ-199, sufrió una falla mecánica que le hizo perder el control.
“Iba por la pendiente, ya iba a llegar y se me apagó el carro. Al apagarse, no cogió freno. No prendía, no prendía y yo hágale. En eso, en cuestiones de segundos, el carro empezó a echar para atras”, relató el comerciante.
En medio de la angustia, el vehículo empezó a retroceder sin control hasta que se salió de la vía, ingresó a un predio aledaño y terminó volcado en una laguna.
Instantes antes de que esto ocurriera, Carlos Arturo saltó del vehículo y se salvó de morir. Las puertas del carros quedaron bloqueadas y él no hubiera podido salir.
“No entiendo porqué en medio de tanto potrero el carro preciso cogió para la laguna, que estaba a un lado. Si yo no me salgo me hubiera ahogado ahí, no había forma de salir. Tengo golpeado todo el cuerpo, estoy muy adolorido”, añadió Monroy.
El vehículo y la mercancía quedaron en pérdida total. El propietario estima que son más de $6 millones en daños.
“Tenía todo mi ‘plante’ ahí. Llevaba pescado, aguacate, yuca, banano, mangos, plátanos, de todo. Había comprado en Abastos y apenas empezaba la venta”, concluyó.
Quienes deseen ayudar a Carlos Arturo a reponerse de esta situación, pueden comunicarse al teléfono 312493 9076.