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Buscan a sujeto que se disculpó por un robo en Santander

Los delincuentes saltaron el muro del Instituto Gabriela Mistral e ingresaron hasta la zona de cafetería y restaurante escolar para saquear el mercado.

Aprovechando que la sede no cuenta con vigilancia privada, que la debe contratar la Gobernación de Santander, y que en horas de la noche nadie permanece en el colegio, un grupo de ladrones entró al Instituto Gabriela Mistral, saqueó el mercado del Plan de Alimentación Escolar y se llevó un computador, parlantes, marcadores y extensiones.

Lo llamativo del robo es que tuvieron tiempo de fritar carne y unas tajadas y dejaron una nota disculpándose del hurto.

De acuerdo con el rector del plantel, Lázaro Barriga Reyes, en menos de un mes han sido dos veces las que los delincuentes han ingresado a llevarse los alimentos.

“Dependemos de la gobernación para contratar vigilancia, pero no lo hacen. De seguir así, nos dejarán sin pupitres. También llamamos la atención a los residentes de Puerto Wilches para que denuncien a la persona que está afectando la nutrición y educación de los pequeños. Sabemos que es un extranjero”, señaló el director.

El último robo ocurrió en la noche del miércoles y la madrugada del jueves cuando los delincuentes saltaron las paredes.

Ya adentro forzaron la puerta de ingreso a la cafetería con herramientas. La misma que hace dos semanas había sido objeto de reparación después de otro hurto.

“La habíamos reforzado hace unos días por lo mismo. Se metieron a inicios de marzo y nos saquearon el mercado. Los alimentos que le damos al almuerzo a los niños que vienen a esta institución”.

Una vez adentro de la cafetería se robaron el pollo, la carne, el arroz, los huevos y otros alimentos. Incluso tuvieron tiempo de fritar una carne y unas tajadas.

“Cuando llegamos vimos una sartén sucia. Siempre todas la ollas y platos se dejan limpios y esta vez los ladrones además llegaron con hambre”.

Antes de salir con el mercado recorrieron el colegio y también se hurtaron algunas extensiones, marcadores y un computador, que de acuerdo con el rector estaba desactualizado y sin uso.

Pero lo llamativo del caso es que uno de los delincuentes, porque se cree que fueron varios, tomó un cuaderno de la cocina y pidió disculpas por el robo.

“Mi hija no tiene medicamentos por eso lo hago está internada”, escribió en una hoja con un lápiz.

La Policía anunció que trabaja para dar con los responsables de estos hechos en los planteles educativos.

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