Es así como en los planes de control a los elementos y comidas que ingresan para las personas privadas de la libertad en la Estación de Policía de Piedecuesta, policías custodios hallaron arvejas compactas de marihuana, que al ojo humano no son detectables.
“Estas arvejas son mezcladas con arroz y otras verduras. Con la pericia de los uniformados, logramos detectar estas sustancias camufladas dentro de los alimentos”, señaló el capitán David Figueroa, comandante de la Estación de Policía Piedecuesta.
Además de la comida, se incautó un reloj que en su interior contenía 50 dosis de cocaína.
Detrás de estos hechos estaba una mujer de 41 años, quien fue capturada y procesada por el delito de tráfico de estupefacientes.
Justamente quedó con medida de aseguramiento intramural y fue llevada al mismo lugar al que pretendía ingresar la droga.