«Habla la mamá del muchacho que se llevaron, por favor señores, les pido que tengan compasión de mi hijo, no me le hagan daño Señor, que me le respeten la vida, de aquí va a bajar gente para ver cuál es el problema, el motivo, pero respeten la vida.
«Ustedes también tienen mamá, no me hagan sufrir, tengan compasión de esta pobre madre, por favor, no me le hagan daño, es lo único que tengo, mis hijos, por qué me hacen esto. Les pido encarecidamente respeten al vida de mi chino Dios mío, por qué se lo llevaron, no le hagan daño por lo que más quieran»… Desespera, una madre suplicaba que le respetaran la vida de su hijo, un hombre que la noche del pasado martes fue sacado de su casa en el corregimiento de San Joaquín, en Simití, sur de Bolívar.
Según habitantes de la zona, «hombres armados, como a las 10:00 de la noche, en motos, llegaron a la parte alta del corregimiento, a un establecimiento, y se llevaron a la mala al propietario. Y ahí quién se mete, quién se opone a meterse a gente armada».
Desafortunadamente, pese a las súplicas, la víctima, identificada como Luis Alberto García, fue hallada sin vida la mañana del este miércoles.
«El señor se llamaba Luis Alberto García, le decías, ‘Tocayo’. Era cantinero, tenía un estadero y billar. Allí llega gente a tomar, la mala suerte es que como el establecimiento queda a las afueras del pueblo, toda clase de grupo armado llega ahí, él como vendedor a todo el que llega le tocaba atenderlo, a nadie se le negaba para no echarse enemigos encima. Pero yo creo que eso le echó enemigos encima», relató un habitante de la zona.
Se lo llevaron a pesar de que la actual pareja se les suplicaba que respetaran la vida, «se les arrodilló les pidió que no lo mataran. Pero respondieron que estaban cumpliendo órdenes, que tenían que llevárselo», vivía con al esposa actual». Luis era padre de dos hijos.
La comunidad está asustada, «uno mira gente armada pasar y uno no pregunta ni quién es ni para dónde va porque eso es para líos, las represalias que tomen contra uno por lo que dice. En lo que recuerdo, recientemente no se habían metido a sacar gente así de esa manera. Uno no sabe ni para dódne moverse ni qué decir. Uno no quiere ver muertos, mejor que les digan que se vayan, pero que no los maten».
«El llamado es que no queremos más muertos, si tienen problemas que hagan llamado de atención, pero no más muertes, están traumatizando a nuestros niños», remató el habitante.
