“¿Qué pasó? Dios mío, vengo es a ver a mi hijo”, fue lo que dijo Aragón, en medio de la captura sorpresa.
El hombre, visiblemente confundido, le pregunta a las autoridades qué está pasando y cuando le confirman que su captura obedece al presunto delito de feminicidio de su compañera sentimental dice: “¿Cómo así que feminicidio?”.
La mujer, identificada como Andrea Karina Gaviria Bonilla, murió por asfixia mecánica al interior del apartamento que compartía con Aragón y su hijo de tres años el pasado 25 de diciembre de 2022.
En el momento de su captura, el hombre afirmó en reiteradas oportunidades que no tuvo nada que ver con el crimen.
De acuerdo con las primeras versiones, Gaviria llamó a una amiga y le contó que Aragón la golpeó y que ella quería acabar con su vida.
Horas después, y preocupada por el estado de la mujer, llegó al apartamento y tocó. Al no escuchar respuesta ingresó a la fuerza al lugar en donde encontró el cuerpo, al parecer colgado de una soga.
Aragón estaba durmiendo en el cuarto contiguo y aseguró no saber nada del deceso de su pareja. En el apartamento también se encontraba el menor de tres años.
Los hechos
La víctima residía junto a su pareja, ahora capturada, en unión libre, en un apartamento ubicado en el tercer piso de un conjunto residencial, en el sector de La Pedregosa, sobre la carretera antigua que comunica a Floridablanca con Bucaramanga.
Según testigos de esa relación, él es un hombre de 36 años, que se desempeña como comerciante de licores en el Centro Comercial Sanandresito Centro y que, de acuerdo con la Sijin, presentaba antecedentes por estafa, amenazas, inasistencia alimentaria, abuso de confianza y calumnia.
Tras la muerte de su pareja, el hombre se fue de Bucaramanga y se radicó en Valledupar.
Fruto de esa relación, la pareja tuvo un hijo hace tres años, quien en el momento del fallecimiento de la madre estaba presente en el apartamento.
Una amiga de la víctima le relató a los investigadores que Gaviria Bonilla la llamó y le contó que el esposo la había golpeado, y por eso quería quitarse la vida. La testigo aseguró que le dijo a la víctima que por favor no lo hiciera y decidió ir hasta el apartamento a buscarla, para evitar que ella atentara contra su integridad.
“Cuando ingresé a su vivienda, ella estaba suspendida con una cuerda en el cuello, en una ventana de una habitación. No pude hacer nada por salvarla”, fue la versión que dio la mujer a los investigadores.
La investigación
Lo que llamó la atención del hecho es que la pareja de la víctima dormía en la habitación contigua al lugar del presunto suicidio, y fue la amiga de Gaviria Bonilla la que lo despertó con la noticia. Según narró la testigo, él se sorprendió con la lamentable escena.
El compañero sentimental entró en llanto y manifestó que no sabía lo que había pasado. Como sospechoso, la Policía lo llevó ante un fiscal, pero por falta de pruebas fue dejado en libertad.
No obstante, una fuente judicial aseguró que existirían indicios de que sí hubo maltrato, ya que el cuerpo de la mujer presentaba golpes.
En el apartamento de la pareja también se hallaron más de 200 botellas de licor, al parecer, sin estampilla, que harían parte de las ventas del esposo de Andrea Gaviria. “Indagaremos también en su local y la forma como comercializan sus productos”, manifestó un investigador del caso.
Una prima de la víctima confirmó que ella les manifestó a sus seres queridos que había recibido agresiones por parte de su compañero sentimental, que la celaba por su atractivo físico.