En la tarde del 26 de febrero lo que era una ‘fiesta’ de velocidad ilegal en la zona industrial conocida como Provincia de Soto, fue interrumpida por un gran operativo de la Policía.
Para dar lograr aguar los piques ilegales, la Policía vigiló a los cientos de motociclistas desde el aire.
“Hicimos un seguimiento y encontramos cerca de 600 motocicletas, de acuerdo al reconocimiento vía aérea de los drones. Realizamos el dispositivo con una tanqueta y pudimos inmovilizar más de 90 motocicletas”, dijo el Brigadier General José James Roa Castañeda, Comandante Policía Metropolitana de Bucaramanga.
Entre las motos inmovilizadas, seis figuraban como robadas y varias no tenían documentación a regla, ni espejos, ni placas.
En el momento del operativo, encontraron que varios ciudadanos estaban ingiriendo bebidas alcohólicas y consumiendo alucinógenos. También hallaron a cuatro menores de edad.
“Arrojaron las motos al río para evitar que inmovilizaran las motocicletas. El operativo duró hasta pasada la medianoche porque los motociclistas se internaron en zona boscosa”, indicó el Brigadier General.
El comandante de la Mebuc informó que este grupo de motociclistas había decidido encontrarse durante los fines de semana para realizar los piques toda vez que las autoridades ya estaban realizando estos operativos entre semana.
