Publicidad

En el barrio Monterredondo de Bucaramanga Cecilia es una tendera ‘buena onda’

La tienda de Cecilia queda ubicada en el barrio Monterredondo. Llevan 20 años al servicio de los clientes y siempre busca darles lo mejor.

Cecilia Toloza nació en una vereda de Rionegro, Santander, llamada Cuesta Rica. Es una mujer alegre, llena de vida y que trata de darles a sus clientes lo mejor.

Su tienda y micromercado  nació hace 20 años. Se dedicada al comercio, viajaba en su juventud, pero luego quiso estar ya en casa, fue cuando le nació la idea de tener su negocio de tienda.

No le tiene nombre, pero los vecinos la conocen como la tienda de doña Cecilia en el barrio Monterredondo.  

Dice ser una mujer exitosa por tener salud y mucha vida por delante; además, el estar en casa y ser dueña de su propio negocio le da satisfacción.

“Estos negocios le dan a uno el plus de poder vivir en casa, no digamos que tranquilo, pero sí con una comodidad de estar en su hogar”, comenta

Frente a los clientes del barrio, sostiene que son excelentes, son colaboradores y desde que se tenga buen surtido, ellos llegan.

“El cliente de acá es bien. Yo soy justa en mis cosas y trato de llevármela bien con todo mundo, algunos me apoyan, otros no. Siempre digo,  no soy monedita de oro para caerles  bien a todos”.

“El cliente viene acá porque la gran mayoría son de este sector. Aquí hay muchas tiendas en el barrio y cada manzana tiene su negocio. Ya está en ellos el querer venir y ser atendidos”, dice.

Del negocio se vive

Cecilia tiene de todo un poco, surtido variado;  abarrotes, mercado y cosas de la canasta familiar. Siempre se esmera porque no le haga falta lo básico: huevos, pan, leche, panela y gaseosa.

“Las puertas de la tienda se abren a las 7:30 a. m., y se cierran a las 10:00 de la noche. Hay que hacerle frente a todo y como dice el dicho, el que tiene tienda que la atienda”.

“Hasta para darle un dulce a un niño hay que tener buen genio y paciencia. Hay que ser agradecido en lo que hace. Dios le concede a uno este trabajo para estar bien y sobrevivir; muchas personas no dependen de más entradas y la tienda llega a  ser una buena opción”,.

Economía por las nubes

Al consultarle por los precios, su cara lo dice todo.

“Todo está por las nubes. Cada mes suben las cosas y lo hacen pesar en acabar la tienda. Uno se queda con el ojo aguado”.

“Las ganancias no son como las de antes, pero  tengo fe que pueden mejorar, mientras uno tenga salud. Es mejor no quejarse y continuar la tarea, alzar la frente y seguir recibiendo los clientes”, concluye este mujer, quien junto a su esposo Marcos Díaz llevan un legado de tenderos serviciales.

Agregue a Q'hubo Bucaramanga a sus fuentes de información favoritas en Google Noticias aquí.
Publicidad

Otros artículos

Síguenos

0SeguidoresSeguir
4,304SeguidoresSeguir
6,840SuscriptoresSuscribirte
Publicidad

Últimos artículos

Publicidad
Publicidad