Como un apasionado por el fútbol lo recuerdan sus amigos y familiares a Camilo Andrés Ordónez Pinzón, un joven de 22 años natural de Rionegro, que laboraba como guarda de seguridad en un reconocido almacén de un centro comercial, en el barrio San Alonso de la capital de Santander.
El pasado miércoles en la noche, Camilo iba a disputar un partido en la cancha ‘La Bombonera’, un escenario deportivo cerca al reconocido balneario ‘Puerto Amor’ en esa población. Allí se reunió con familiares y amigos.
Esa noche lo acompañó su progenitora, doña Yolanda Pinzón, ambos llegaron a la cancha en la motocicleta que conducía su hijo y estaban a la espera que arribaran los demás compañeros.
“El me trajo de la casa, que iba para un partido de fútbol, llegamos a la cancha y nos sentamos. Entró la llamada de un amigo que lo recogiera que quería también asistir”, señaló la mujer.
En el lugar también estaba su hermano que le dijo que no se fuera porque en tres minutos iba a empezar el partido y como era el arquero se necesitaba para iniciar el encuentro. No obstante quería que su conocido estuviera presente.
“Le insistimos que no se fuera, fue una premonición pero él no hizo caso y se fue a buscarlo”.
Camilo se fue en su moto a recoger al amigo. No hubo inconvenientes en el trayecto de ida, pero de regreso se presentó la fatalidad.
En una curva, en el sitio conocido como el ‘Taller de Ojeda’, cuando ellos se movilizaban en el sentido de Rionegro hacia El Playón, chocaron de frente contra una camioneta blanca, de placas DUW 217 de Girón, que se dirigía a Bucaramanga.
Los dos ocupantes de la moto salieron ‘disparados’ por el impacto y quedaron en medio de la carretera.
De inmediato quienes transitaban por el lugar acudieron a ayudarlos, mientras el joven guarda de seguridad de 22 años agonizaba, su amigo presentaba un fuerte golpe en la cabeza.
Minutos después Camilo dejó de respirar y paramédicos de una ambulancia confirmaron que ya no tenía signos vitales, su cuerpo quedó en el lugar. Su acompañante fue remitido al Hospital Universitario de Santander donde permanece estable.
Una versión inicial, y aún no confirmada, expresó que el accidente se habría presentado porque los jóvenes iban con exceso de velocidad y compitiendo con otra motocicleta.
Versión descartada por la familia que indicó que la culpa fue del conductor de la camioneta que por intentar adelantar un vehículo de carga, invadió el otro carril y arrolló a los dos jóvenes.
“Hablé con el amigo de mi hijo que está en el hospital y me aseguró que ellos iban por su vía, testigos en el lugar me confirman lo mismo”, expresó doña Yolanda.
