Cinco fueron los uniformados que resultaron heridos en una residencia de la zona rural de California mientras atendían un caso de violencia intrafamiliar.
Las autoridades fueron alertadas por una llamada que aseguró que había una fuerte riña entre dos integrantes de una misma familia.
Una vez llegó al lugar la Policía, e ingresó, los mismo familiares los recibieron con armas blancas y en medio de una disputa que se formó con los uniformados lograron detener a dos jóvenes de 21 y 20 años.
El mayor fue trasladado de inmediato a la Fiscalía de Bucaramanga para adelantar su proceso judicial, mientras que fue trasladado a un centro asistencial en California, pues contaba con un disparo en una de sus piernas.
Este último está siendo escoltado por las autoridades para procesarlo cuando le den de alta.
Los cinco uniformados fueron trasladados a un centro médico en Matanza, en donde con la compañía de distintos médicos expertos, se hicieron los exámenes y procedimientos respectivos.
Un día después del ataque todos los uniformados heridos fueron dados de alta. Los motivos de la discusión y agresión, de acuerdo a la Policía de Santander, se debió por la ingesta exagerada de bebidas embriagantes en una reunión familiar.
Las autoridades pidieron mesura y prudencia a la hora de hacer celebraciones en familia para evitar que los hechos de intolerancia sigan manchando de sangre el departamento.
