A Jefferson David Chacón Álvarez, un hombre de 24 años que nació en Bucaramanga y que por cuestiones de la vida terminó en las calles, la muerte lo ‘agarro’ mientras dormía en un andén del barrio Alfonso López.
Lo conocían en el sector como ‘el diablo’, se sabía que sus padres estaban vivos, pero él prefirió el mundo de las drogas. Presentaba nueve anotaciones judiciales, siete por fuga de presos y una por hurto.
En la tarde del lunes, después del mediodía y de mendigar su almuerzo en restaurantes de la zona, decidió acostarse en la calle 41 con carrera séptima. Allí lo dejaban dormir los residentes.
Solo que la siesta fue aprovechada por quien sería su homicida. De acuerdo con el informe de la Policía, otro habitante de calle lo vio acostado y no dudó en atacarlo con múltiples heridas de arma cortopunzante.
Con sevicia lo apuñaló en el tórax y en las piernas. Agonizante la Policía lo encontró y se lo llevó en una patrulla, pero al llegar al Hospital Universitario de Santander, sus signos vitales se apagaron.
Su agresor huyó, pero los testigos dieron las características de cómo vestía, una camiseta color azul, una sudadera gris y tenis gris. Tras el despliegue por la zona fue capturado en la calle 44 con carrera 12 del barrio García Rovira.
El presunto homicida también nació en Bucaramanga, tiene 32 años, y aunque su familia tiene una vivienda, también deambulaba por las calles. En su prontuario le figuran seis capturas por estupefacientes, dos por lesiones personales y una por violencia intrafamiliar.
Los posibles móviles serían por un hurto que el ‘diablo’ le cometió a su victimario. Pero además, también lo agredía y tomó venganza mientras dormía.