Hacía cuatro años que Moisés Alejandro Galeno, de 22 años, había llegado de Venezuela a Colombia en búsqueda de un mejor futuro para él y su familia.
Era padre de dos pequeños, daba todo por ellos. Trabajó un tiempo vendiendo comidas rápidas en el Norte, donde vivía, pero luego alquiló una moto para dedicarse a hacer domicilios.
Pero el domingo en la tarde cuando llevaba un pasajero a bordo, sufrió un accidente que horas más tarde le cobró con la vida en un centro hospitalario.
Hacia las 4:30 de la tarde en el Bulevar Bolívar con carrera 18, en la soledad que habitaba las calles por el toque de queda, un trabajador de un lavadero de carros se alertó ante un abrupto choque.
De lejos divisó a dos jóvenes tendidos en el asfalto al lado de una motocicleta de placa MNI-21F. A los pocos minutos vio cómo se los llevaban en una ambulancia.
Alejandro por intentar esquivar otra motocicleta que venía por su carril, perdió el control del velocípedo y se estrelló contra el separador del Bulevar.
Amigos y familiares lloran la lamentable partida de “Moise”, cómo le decían de cariño.
“Era muy decente, amaba a sus hijos”, dijo una allegada.
Por eso en su brazo izquierdo, “Moise” llevaba tatuada esa palabra que fue su ‘motor’ de vida: familia, pero una súbita tragedia lo separó de los que más amaba.