Por Milton Velosa
Si usted acostumbra almorzar fuera de casa y su elección es el almuerzo corriente, tenga en cuenta que, en la mayoría de restaurantes, va a tener que pagar $1.000 más al precio total desde este año.
Razones del incremento
Heliberto Mora Blanco es experto en el arte de la gastronomía popular. Desde hace cerca de 20 años tiene un restaurante en la Plaza de Mercado de La Concordia y, entre otros, ofrece a sus clientes el famoso ‘corrientazo’.
En 2022 cobraba el almuerzo ‘mini’ a $8.000 y el plato grande a $10.000. Sin embargo, este año el valor subirá a $9.000 y $11.000, respectivamente.
Mora Blanco argumentó que “la mayoría de insumos que utilizamos para este plato subieron de precio. El arroz, la yuca, la pasta, la proteína, la verdura y hasta los limones para la bebida se incrementaron hasta en un 30 %. Por ello, tenemos que subir el precio del ‘corrientazo’ para no disminuir la cantidad del producto”.
Para el caso de las proteínas, los restaurantes afirman que, la materia prima, citando el ejemplo de un pernil de pollo, se conseguía en $2.500 en los últimos días se paga a $3.500. La libra de carne para sudar está a $14.000 la libra, y la de asar está hasta en $16.000.
Don Heliberto aseguró que “la calidad y cantidad del producto se mantiene. Lo importante es que el cliente se vaya bien y satisfecho.
En otro de los locales de esta tradicional plaza de mercado tiene su restaurante Víctor García, un joven que dedica su vida a la cocina. Él afirmó que desde la próxima semana se incrementarán los precios en $1.000, no sólo en los ‘corrientazos’, sino también en los platos especiales como la sobrebarriga, el cabro, el mute, la pata sudada y la carneo oreada.
García explicó que dependiendo de la capacidad de pago del cliente, escoge entre el almuerzo corriente pequeño o el grande. Sin embargo, hay muchos de los que prefieren comer un poco menos pero ahorrarse algunos pesos durante la semana.
Expresó que, además de los productos base para su plato, también se incrementó el precio de los servicios públicos con los que funciona su local, y por ello el aumento de precio se hace imprescindible para que los restaurantes sigan adelante.
También donde trabaja Hercilia Suárez, hay tres precios para el ‘corrientazo’, que van entre los $10.000 y $15.000 y varían de acuerdo con la clase de proteína que se sirve. El de $15.000 lleva pollo y carne asada y el más económico, el de $10.000, lleva carne sudada o ‘picos’. En este restaurante el alza fue de $1.500.
Suárez afirmó que “vamos por la ‘orillita’ haciéndole frente a la crisis, pero tenemos que mantener los negocios porque son los que nos dan de comer”.
Es de recordar que un almuerzo corriente está compuesto por una porción de arroz, yuca, ensalada, principio (granos en su mayoría), proteína, sopa y limonada.
Estrategias para atraer comensales
En el puesto de comidas de don Heliberto Mora Blanco, una de las decisiones que tomó para que sus clientes más fieles continúen comiendo en el local es ofrecer precios preferenciales. “Hay personas que vienen a comer todos los días del año y a ellos, como premio, no les subo el valor. Además, en diciembre les doy su ‘anchetica’ para agradecerles por preferirnos”, indicó.
El experto de la cocina agregó que otra de las estrategias para no afectar, aún más el valor del plato, es variar los tubérculos dependiendo de la oferta y demanda del mismo, ya que “si la yuca está cara la cambiamos por papa o viceversa. A veces ponemos maduro cuando está en oferta”.
Mientras que en el restaurante de Víctor García se optó por no sacrificar el tipo de proteína que se ofrece en cada plato, ofreciendo cantidad de acuerdo con el valor. “El de $10.000 trae su porción de carne, pollo o pescado más pequeño y en el de $12.000 ofrecemos más cantidad del producto y sus acompañantes”, detalló.