El Malecón, sitio emblemático de la gastronomía gironesa, está atravesando por una crisis de seguridad, nunca antes vista.
Si bien el sitio ha presentado un deterioro notable en su infraestructura, lo que más preocupa ahora a comerciantes y habitantes de la zona es el aumento del consumo de sustancias psicoactivas.
“La situación nos tiene realmente preocupados. Sitios como la tarima se han convertido en el hotel de los habitantes de calle, que se niegan a abandonar esta zona”, contó Edison Alarcón, un comerciante del sector.
En resumidas cuentas, el Malecón se ha convertido en una letrina. “Los olores nauseabundos que se perciben al entrar a la zona son realmente alarmantes. Lastimosamente, este sitio se ha degradado. Hay nula presencia de las autoridades”, contó Alarcón.
En esto coincide, José Reyes, vendedor del Malecón, quien señaló que la inseguridad está por las nubes. El aumento de robos y la presencia habitual de consumidores de sustancias han alejado del sector a los turistas y residentes.
De hecho, algunos vendedores han tenido que contratar seguridad privada para prevenir el hurto.
“Sería bueno que las autoridades pasaran más por acá y se hiciera una jornada de limpieza para eliminar los malos olores que deja los excrementos de estas personas”, agregó Reyes.
Lo que más preocupa al sector comercial es que esta situación empeore, al punto de ahuyentar los clientes.
Mauricio Gómez, uno de los veedores de Girón, resaltó que, como apuesta común, un grupo de ciudadanos ha tratado de devolver este espacio a las expresiones culturales y mejorar su imagen en pro del municipio.
“Es lamentable que una zona tan tradicional e importante para los gironeses esté pasando por una situación de orden humanitario y sobre todo, en términos de salubridad”, agregó el líder.
En ese sentido, piden a la administración municipal lanzar un plan de recuperación para que El Malecón retome su belleza y tradición.
Por otro lado, Reyes, el vendedor, resaltó que el Río de Oro también está afectando el sector. “Está totalmente contaminado y el olor es horrible. Las autoridades deberían hacerse responsable de recuperar esta fuente hídrica que atraviesa todo el municipio”, dijo.
Una malla vial deteriorada
Sumado al problema de seguridad, este lugar también padece del mal común: el deterioro de la malla vial. “Cruzando la carrera 26, cuando uno viene de la Basílica, hay unos huecos muy profundos que pueden dañar los vehículos”, agregó Gómez.
Para este veedor, esta situación ya es un común denominador en el casco antiguo de Girón y también en la Alameda de las Nieves.
“El casco urbano requiere de una intervención urgente. Hay zonas que están totalmente olvidadas y que necesitan un plan de mejora, con inyección de recursos”, agregó Mauricio Gómez.
Con el Malecón, ya son cuatro sitios tradicionales de Girón los que ‘agonizan’ por la falta de intervención administrativa: El Sagrado Corazón, la Alameda de las Nieves, y el Parque Lineal de Villamil. “Necesitamos presencia de las autoridades”, resaltó Alarcón.
