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Obras para terminar la variante de San Gil tardarían seis meses más

Aunque aún no hay un nuevo documento firmado, todo apunta a que se daría una extensión inicial de seis meses, para que se terminen de ejecutar los casi $90.000 millones disponibles.

El próximo 27 de enero tiene que estar firmado el documento que indique el futuro del proyecto de la Variante de San Gil. Ese día se vence el contrato para el desarrollo del proyecto firmado entre el Instituto Nacional de Vías, Invías y la empresa contratista Concay.

Aunque aún no hay un nuevo documento firmado, todo apunta a que se daría una extensión inicial de seis meses, para que se terminen de ejecutar los casi $90.000 millones disponibles.

De acuerdo con las estadísticas de seguimiento que lleva la Veeduría de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, a inicios de noviembre de este año la obra tenía un avance del 25% con el 75% de los recursos disponibles.

El contrato en su presupuesto incluía $133.000 millones para obra física y $40.000 millones para gastos en gestiones sociales, ambientales y prediales.

El tiempo de la ampliación solicitado al Invías sería de seis meses. En ese periodo la contratista tendría el reto de aumentar aún más el ritmo de las obras a $12.000 millones al mes, casi el doble de lo que sucede en la actualidad.

“Buena noticia”

La información recogida del alcalde de San Gil, Hermes Ortiz Rodríguez y Edgar Lesmez, presidente de la junta directiva de Fenalco, y confirmada con un funcionario del Invías, es un alivio para los residentes de la provincia Guanentá y especialmente los sangileños, quienes temían que se declarada la caducidad del contrato.

Lesmez explicó que la buena noticia es que el proyecto continuará y existe el compromiso de las autoridades nacionales por garantizar su finalización.

Para las autoridades, los gremios y los habitantes de la región es fundamental que la Variante de San Gil se termine, dado el alto riesgo de accidentalidad que se presenta sobre la vía nacional que atraviesa al municipio y las constantes congestiones viales.

Con los recursos disponibles se buscaría dejar funcional el tramo de la variante entre San Gil y Pinchote, con el viaducto y el puente terminados y a la espera que se confirme la conectante con la vía a Cabrera que le permitiría a los camiones de basura hacer uso del nuevo trayecto para llegar a los rellenos sanitarios.

El primer mandatario de los sangileños dijo que los recursos, según la información que tiene hasta ahora, se usarían también para terminar la compra de predios en el sector de Pinchote y otros en el tramo que corresponde a Barichara.

Lo que no está claro es el monto del adicional que se necesita para terminar la variante, una cifra que se espera conocer pronto y no estaría incluida dentro de la extensión de tiempo del contrato a la firma Concay. Del comportamiento de la contratista, pasados los seis meses, dependería su continuidad en el proyecto.

En un documento enviado el pasado 27 de diciembre desde el Invías a la Cámara de Comercio de Bucaramanga se recordó que este año se implementó un plan de normalización y actualmente la empresa contratista, con múltiples falencias en la ejecución del proyecto, enfrenta procesos sancionatorios. Concay ya tuvo que pagar una multa por $1.152 millones.

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