Incertidumbre dejó la instalación de un radar de velocidad en la autopista que conduce hacia Piedecuesta, específicamente, metros antes del balneario Cajasan.
En redes sociales, piedecuestanos y demás habitantes del área metropolitana advertían sobre la existencia de un nuevo sistema de fotomulta.
Sin embargo, este artefacto no tiene una intención de multar al ciudadano, si no de recolectar información sobre la velocidad con la que transitan los automotores en este tramo de la vía.
Q’hubo consultó con Fredy Díaz Martínez, abogado experto en normas de tránsito, quien explicó que se trata de un proceso de consultoría para determinar qué acciones puede implementar el Estado para reducir la accidentalidad en esta zona.
“Este radar de velocidad tiene el objetivo de evaluar el comportamiento del usuario vial. En este sector, la velocidad máxima permitida es de 50 kilómetros por hora. Si el rastreador revela que los conductores van más rápido de lo permitido, se toman acciones concretas”, dijo.
Después de esta medición, el Gobierno Nacional o de orden municipal ordenaría la instalación de un reductor de velocidad o la instalación de las mal llamadas fotomultas o cámaras salvavidas.
Para el abogado Díaz, sería el Gobierno Nacional, específicamente la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ANSV, la que está detrás de esta estrategia de prevención de accidentes.
“Al tratarse de una vía nacional, esta sería la autoridad competente. De igual manera, es importante que los ciudadanos descarten que se trate de una fotomulta, porque para este tipo de cámaras debe haber una señalización y un decreto de conocimiento público”, explicó el experto.
Así que no crea en las especulaciones. Este artefacto no es una fotumulta. Eso sí transite con cuidado y aproveche el rastreador de velocidad, para evaluar su comportamiento como conductor.
“En los próximos meses conoceremos el propósito de este medidor de velocidad”, explicó Díaz.