Blu Radio tuvo acceso al escrito de acusación que radicó la Fiscalía en contra de Aída Victoria y lo publicó. Allí se logra leer que Aída Victoria constituyó una sociedad denominada ESAID S.A.S el 28 de febrero de 2019, la cual está inscrita en la Cámara de Comercio de Barranquilla y fue montada con un capital de $2.200.000.000.
A pesar de que la empresa fue creada con tremendo billete, esta fue llamada “pequeña empresa joven”, y quien aparece en los documentos como representante legal es Aída Victoria. Además, en los papeles publicados por la emisora también se puede ver que el objeto social de esta compañía era “la explotación de la ingeniería, arquitectura y el urbanismo, diseño y ejecución de todo lo relacionado con obras de ingeniería civil”.
Sin embargo, en el escrito del ente acusador, la empresa nunca cumplió con lo que sale en los documentos. “La sociedad que nunca desarrolló una sola de las actividades enmarcadas en su objeto social”.
Para el ente, la compañía que fundó la influencer nunca existió y “se trató de una empresa de papel o una empresa fachada para llevar a cabo el ocultamiento de los bienes, de origen presuntamente ilícito”, puesto que su capital fue una donación de su mamá y el traspaso de los bienes se realizó en la notaría de Puerto Colombia en agosto de 2019.
Los apartamentos que le fueron “donados” a Aída Victoria por su mamá se encuentran ubicados en Barranquilla y Bogotá. Según la investigación que adelantó la Fiscalía, las cinco propiedades que están en ‘La Arenosa’, se encuentran ubicadas en un exclusivo conjunto residencial, y las cuatro restantes están situadas al norte de la capital, es decir en la calle 126 con carrera Séptima, todos también en un mismo edificio.
Las escrituras dan cuenta que estas propiedades “donadas” suman $2.976.908.800, y este avalúo duró solo un día, por lo que el ente investigador afirma que esto no se realizó de manera “legal”, ya que no se podría hacer en un solo día este proceso a sabiendas que los bienes se encuentran en dos ciudades diferentes.
No obstante, el proceso se hizo así bajo la famosa “donación” a una empresa fundada por la joven, cuyas funciones nunca se llevaron a cabo, pues “no existió”.
