En un episodio que dejó a muchos fans molestos, el reconocido cantante Jessi Uribe realizó su esperado concierto en el Movistar Arena de Bogotá con más de dos horas de retraso, lo que generó la impaciencia y el descontento entre los asistentes que aguardaban ansiosos.
Desde las 5 de la tarde, los seguidores del artista se congregaron en el Movistar Arena, uno de los escenarios más destacados del país, anticipando un evento histórico para el artista. Sin embargo, la espera se tornó exasperante cuando, a las 8:00 de la noche, hora programada para el inicio del concierto, Jessi Uribe aún no hacía acto de presencia.
Con el paso de las horas, la frustración de los asistentes se hizo evidente en las redes sociales, expresando su descontento ante la prolongada espera. A las 9:30 de la noche, algunos comentarios denunciaban la falta de respeto por parte del cantante.
Al llegar las 10:00 de la noche, Jessi Uribe finalmente hizo su entrada al escenario, aparentemente nervioso por la situación. Ante la tensión, decidió detenerse a tomarse un trago de aguardiente, confesando su nerviosismo y expresando su agradecimiento por la presencia de los asistentes.
“Gracias por estar aquí, estoy muy feliz. Estoy nervioso, quiero que se me quiten los nervios”, admitió Uribe, buscando congraciarse con su público. A pesar de la impuntualidad, el artista logró cautivar al público con su espectáculo, que incluyó la participación de su padre, Fernando Uribe, sus mariachis y su esposa Paola Jara.
Aunque el talento de Jessi Uribe brilló en el escenario, los comentarios negativos en las redes sociales no cesaron, destacando la molestia por la falta de puntualidad. A pesar de ello, algunos seguidores disfrutaron del show y destacaron el arte del artista colombiano.