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Mujeres al volante: los micromachismos que ellas enfrentan al manejar

Aunque las mujeres conductoras en Colombia tienen que lidiar con el machismo en su día a día, es aún más preocupante que hasta un 85% de ellas haya experimentado algún tipo de micromachismo.

A pesar de estar en el siglo XXI, todavía existen actitudes que reflejan micromachismos en diversos ámbitos, incluyendo las mujeres que manejan vehículos. Estas actitudes normalizadas pueden incluir comentarios como “las mujeres no deberían conducir” o “no saben manejar”. La presencia de este tipo de expresiones de micromachismo afecta negativamente a la sociedad y puede derivar en situaciones de inseguridad y riesgo, limitando las oportunidades de trabajo y crecimiento para las mujeres.

Un sondeo realizado por 123Seguro en Colombia revela la persistencia de la inequidad y los múltiples actos micromachistas que enfrentan las conductoras. En concreto, el 62% de las mujeres ha sufrido alguna forma de actitud machista, como insultos, burlas de género, malas maniobras y bocinazos. En cuanto a la violencia en el tráfico, hasta el 67% de las conductoras han sido objeto de micromachismos en algún momento, y el 18% lo ha experimentado con frecuencia. Estos micromachismos pueden manifestarse como la subestimación de sus habilidades como conductoras (84%), menos oportunidades laborales (12%) y mansplaining (4%).

Definiendo los micromachismos

En una sociedad patriarcal como la que ha existido a lo largo del tiempo, la violencia contra las mujeres se ha manifestado de diversas formas, incluyendo maltrato físico, psicológico, sexual y económico, entre otros. El término “micromachismo”, acuñado por el psicoterapeuta Luis Bonino, describe las formas de violencia de género y misoginia que a menudo pasan desapercibidas debido a su sutileza o su normalización.

Estas actitudes se refuerzan con pensamientos tradicionales y prejuicios que suponen que las mujeres no tienen capacidad para realizar ciertas actividades o las desarrollan deficientemente, lo que genera un ambiente de inequidad para las mujeres que conducen vehículos. Algunos ejemplos de micromachismos incluyen mansplaining (explicar algo asumiendo que la otra persona no lo sabe o le cuesta entenderlo), asumir que las mujeres no saben conducir y preferir que un hombre esté al volante en lugar de una mujer.

Los micromachismos pueden tener consecuencias graves para las mujeres conductoras, como agresiones en la carretera, falta de preparación para emergencias y problemas de autoestima. Además, la normalización de la violencia de género y sus expresiones puede conducir a situaciones más graves como el feminicidio.

Es importante identificar y erradicar estas actitudes micromachistas para garantizar la seguridad y el bienestar de las mujeres que conducen vehículos, así como para lograr una sociedad más justa e igualitaria.

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