Dani Alves, recluido porque se le señala de cometer una violación, recibió en la tarde de este domingo la visita de su esposa Joana Sanz. La mujer llegó hasta la cárcel Brians 2 de Barcelona para acompañar a su pareja y despejó las dudas de una posible separación.
“No lo voy a dejar solo en el peor momento de su vida”, señaló a la prensa la modelo y empresaria española a los paparazis de Barcelona.
El jugador de la Selección de Brasil está bajo detención preventiva desde el pasado 20 de enero. La justicia española lo acusa de violar a una mujer de 23 años en el baño de la discoteca Sutton a finales de diciembre de 2022.
Ante el inminente juicio contra el deportista, la prensa española alcanzó a manifestar que la pareja de Alves había pedido el divorcio tras las acusaciones.
“Ya podemos confirmar que Joana Sanz ha pedido el divorcio a Dani Alves. Se lo han comunicado sus abogados porque ella la semana pasada pidió un ‘vis a vis’ y él dijo que no quería”, había dicho una periodista del programa Ana Rosa de la televisión española.
Con la visita de Sanz al penal parecen quedar desmentidos los rumores. Se sabe que la mujer visitó a Alves por 50 minutos y que acudió en compañía del chef Bruno Brasil, amigo de la familia.
La mujer, además, catalogó como “mentira” las versiones que señalaban que había ido hasta el penal para tener un “cara a cara” y hablar del divorcio.
De momento, Alves continuará recluido. La juez del caso aseguró que “existen pruebas más que suficientes” para afirmar que el brasileño abusó sexualmente de la joven en aquel baño de la discoteca.