Santa Ana, desde una vista panorámica, parece un pesebre, con casas muy cercanas, de varios colores y estilos. Para caminar dentro de ese barrio se necesita un buen estado físico, porque aquí lo que sí hay son escaleras. Su gente es amable y le gusta saludar mirando a los ojos al transeúnte, orgullosos de su vecindario y de su berraquera para sacar el comercio adelante.
Este barrio es uno de los más grandes de Floridablanca, con cerca de 20.000 habitantes, debido a que en las últimas décadas más personas han llegado a habitar este sector.
Se estima que tiene hasta 3.000 viviendas. Su historia es extensa como sus calles. Este vecindario va desde la carrera 2 hasta la 11. Además tiene alrededor de 16 calles.
Este barrio es uno de los más antiguos del municipio, data desde 1965, por lo que ya tiene más de 57 años de historia. De acuerdo con Gerardo Caballero, uno de los primeros habitantes del sector, al iniciar el proyecto de viviendas de interés llegaron solamente 15 familias, paulatinamente llegaron más hasta tener la actual densidad poblacional. “Los lotes se conseguían entre 5.000 hasta 15.000 pesos”, agregó.
Sus habitantes valoran esta zona por ser una de las más comerciales. “Aquí las empresas son muy colaboradoras con el barrio, aportan para que esté más bonito y destaque entre todos”, afirmó Ferney Cabrera, el actual presidente de la Junta de Acción Comunal.
El nombre del barrio se lo deben a la virgen Santa Ana, que también bautizó la iglesia del sector. “Con la fundación de la iglesia también se nombró así al barrio”, agregó Caballero.
Gracias a los ‘Feos’
En Santa Ana no tienen nada que envidiar en materia deportiva. La fama de su buen microfútbol los ha convertido en un epicentro de este deporte barrial, que se gestó dentro de la misma comunidad que hizo posible la construcción de su centro deportivo, conocido como la Cancha Los Feos.
«Este barrio ha sido la cuna de grandes deportivas. Destacamos la importancia de nuestra cancha para lograr esto”.
Libardo Mojica.
Coordinador de Deportes
Libardo Mojica, coordinador de deportes del barrio, contó que esta cancha la construyó la misma comunidad, en especial un grupo de hombres que les gustaba jugar descalzos. “Les decían ‘patiamarillos’, porque estaban descalzos, y aparte de estar con los pies así, eran feos”, contó entre risas.
Así se quedó el nombre de este polideportivo y así inició el sueño de muchos deportistas destacados.
Este sector fue la cuna de los primeros partidos de ‘banquitas’, creando así el campeonato decembrino, que aún celebran. Por otro lado, Santa Ana tuvo su racha deportiva en los años 80 con su poderoso equipo de microfútbol denominado ‘Los Feos’, al que nadie le ganaba.
Una cancha al servicio de todos
Ahora su polideportivo está de puertas abiertas a todo el que quiera jugar allí. No importa si es o no de Santa Ana. Lo indispensable es que pida permiso a la Junta de Acción Comunal y puede acceder al escenario.
Allí practican varias escuelas deportivas públicas del Ideflorida, por lo que es una de las canchas de microfútbol más importantes.
Las tres plazas de Santa Ana
Por falta de una, tienen tres plazas. La más conocida es La Surtidora, que está ubicada sobre la carrera 11, por la principal. La asociación de vendedores informales permitió que se conformaran dos plazas más, que tienen su propia administración y en las que se compra al mejor precio.
«Santa Ana es un buen vividero por ser una zona muy comercial y también un ícono del deporte”.
Ferney cabrera, presidente de la JAC