Por problemas estructurales, falta de transporte escolar y al parecer intereses políticos, en Suratá los estudiantes no tienen colegio para recibir sus clases.
Desde que comenzó la presencialidad escolar, luego de la pandemia de COVID-19, los estudiantes están recibiendo sus clases en aulas de la escuela (habilitada para primaria), en la plaza de toros y en el punto vive digital, pues en la sede antigua, sus paredes, pisos y techos, según relata la comunidad, están agrietados.
Por esta razón, la alcaldesa Ana Francisca Coronado se comprometió a invertir $480 millones de regalías en las adecuaciones de la institución. A la fecha las obras no han iniciado.
«Estamos en un paro que era necesario, motivados por el no cumplimiento de las fechas estipuladas del proceso de adecuación del colegio», dijo Juan Manuel Gelvez, personero de la institución educativa.
Buscando respuestas de la administración municipal, los estudiantes organizaron una marcha.
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«En julio del 2021 se hizo una reunión donde presentaron el proyecto con fechas estipuladas de entrega, ese arreglo ha debido estar listo en marzo por tardar y no han iniciado el proyecto de remodelación del colegio viejo», denunció el personero del Colegio Camacho Carreño.
No obstante, la alcaldesa le dijo a Vanguardia que «por ahí en mayo empezamos a hacer la adecuación del colegio, pero no lo vamos a entregar nuevo porque no me alcanza la plata. Falta una certificación para iniciar las obras. Ya se hicieron los estudios y el colegio está en condiciones para adecuarlo, con gestión del riesgo se están haciendo las gestiones para seguir invirtiendo», respondió la mandataria local.
¿Por qué no se usa la sede nueva?
En palabras de la alcaldesa, lo que pasa con el colegio es un problema «que heredé desde el 2012 por un mal gobierno, se hizo un colegio en zona rural a 300 metros del pueblo que trae múltiples problemáticas sociales para los estudiantes».
«No tenemos transporte escolar, los niños deben caminar por la vía para llegar al colegio y no tenemos garantías de que van a estar bien y no van a ocurrir accidentes», agregó.
Sin embargo, el nuevo colegio fue construido por el Fondo Adaptación, después de que el Fenómeno de la Niña del 2010 y 2011 obligó a que el Colegio Oficial Integrado Camacho Carreño de Suratá, ubicado en la zona urbana del municipio, fuera desalojado.
«Eso se puede arreglar extendiendo el pueblo, haciendo que esa zona que queda a cinco minutos del pueblo, sea del pueblo y así se facilitaría el transporte. Lo que queremos es no estar en las condiciones en las que estamos, queremos que nos den una respuesta sea en el colegio viejo o en el nuevo, queremos una sede digna para seguir estudiando», enfatizó el personero del colegio.
El paro, que afecta a más de 400 estudiantes, según dijo Juan Manuel se extenderá hasta el 12 de mayo y seguirán a la espera de una solución.