Everleigh nació prematuramente el 25 de julio de 2020, pero solo vivió 12 días, pues falleció el 6 de agosto. Ella pesaba menos de un kilogramo y tenía un pulmón afectado, además sufrió una hemorragia cerebral antes de morir.
Según Alana Ross, madre de la bebé, ella recibió una llamada de la funeraria en la que le dijeron que no podían encontrar el cuerpo de su hija. De acuerdo con una demanda interpuesta por los padres de la niña, su cuerpo fue arrojado entre las sábanas sucias del hospital.
“Tengo tan tanta ira porque la tiraron como basura”, declaró la madre para el medio Boston Globe.
En el informe entregado por el detective Kevin Cook, indicó que el cuerpo de Everleigh fue probablemente confundido con ropa de cama sucia y colocado en una bolsa azul de ropa, dentro de la sala de exámenes de la morgue del hospital.
Según informó el Boston Globe, en un video de seguridad del centro médico se puede ver en la imágenes a una patóloga cargando un bulto, que colocó en el contenedor de ropa sucia.
Agentes de la Policía duraron horas intentando rastrear la ropa y los desechos médicos del centro de salud con el objetivo de encontrar a la bebé, pero no tuvieron éxito.
El embarazo de Everleigh fue el tercero de Alana y su esposo Daniel, luego de perder anteriormente a dos bebés. Sin embargo, un examen a las 18 semanas de embarazo reveló ciertas complicaciones y, meses después, Alana tuvo una cesárea de emergencia.
La pareja está demandando al hospital donde nació su hija por un presunto incumplimiento de contrato al afirmar que los trabajadores no protegieron el cuerpo de su hija. Asimismo, acusaron a 14 funcionarios por negligencia.
