Todo parecía que sería desastrozo, sin poder conocer ese amor fraternal hasta que llegó un ángel a su vida, que sin nada a cambio, le brindó todo el amor del mundo.
Este joven conoció a Wilson Dhabangi mientras permanecía internado en un recinto de Namalemba, Uganda. Por años, el abuelito estuvo pendiente de él sin tener ningún tipo de consanguinidad y sin esperar nada a cambio.
«Un día ese hombre decidió venir a visitarme. No éramos parientes (…) Me visitaba todos los domingos. Son más de 100 domingos entre 1997 y 1999. No recuerdo ningún domingo en el que no viniera a visitarme. No importaba si llovía o no», dijo Henry.
Además contó un detalle que hizo que el gesto del adulto mayor se convirtiera en algo mucho más valioso pues al parecer, esta persona no vivía cerca del recinto donde el joven permanecía.
«La distancia entre nuestra casa y la escuela era de unas tres horas en bicicleta. Era un camino accidentado con muchas alcantarillas y puentes rotos. Aún así, Dhabangi encontraba la manera de cruzar el agua y venir a visitarme», detalló.
Años después, Henry continuó conservando su valiosa amistad con quien estuvo pendiente de él y por esa razón, como forma de agradecimiento, le dio un regalo: volar en avión.
«Durante años, siempre he sentido una deuda en mi corazón por el amor que me dio este hombre», aseguró el joven.
Finalmente, y tras juntar un dinero, pudo llevarlo de viaje de Uganda a la mítica ciudad de Nairobi, Kenia, el pasado 12 de septiembre. Además de esto, Henry planea construirle una casa a Wilson en forma de agradecimiento. «Wilson lloró y mi corazón se hundió».