En las últimas horas, se ha vuelto viral el relato de una mujer que, como muchos otros, decidió hacer uso de la plataforma de TikTok para narrar una peculiar anécdota que vivió junto a su pareja hace varios años atrás.
De acuerdo con lo que comenzó contando la mujer, llevaba 18 años casada con un hombre que, según dijo, era un reconocido trabajador de una empresa en México que le pedía quedarse en casa “cumpliendo su deber”, mientras él trabajaba.
Además:
“Me decía que no tenía que trabajar, que lo único que debía hacer era cumplir en la casa”, detalla la mujer por medio del video.
Según contó la mujer, tras varios años de relación, comenzó a sospechar que su esposo le era infiel con una compañera de trabajo; pues, al regresar de su labor, el hombre traía la comida que ella le empacaba, en las mismas condiciones que se la había llevado. Razón por la cual tomó la decisión de dejar de cocinarle por un tiempo.
Relata que, luego de que su esposo le pidiera que volviera a cocinarle, la mujer aceptó y, desde entonces, este llegaba con el recipiente de la comida vacío.
“Un día llega y me dice que le vuelva a hacer esos chilaquiles que estaban ricos”, cuenta la mujer a sus seguidores de TikTok.
No obstante, esto último comenzó a levantar nuevas sospechas en ella, pues, el hombre empezó a pedirle que le cocinara esto mismo todos los días; lo cual era extraño porque él sufría de gastritis.
Además, señaló: “una esposa de otro de los trabajadores me había advertido que había entrado una tipa de secretaria y que andaba detrás de mi marido”.
Tras haber analizado bien la situación, la mujer decidió tomar cartas en el asunto. “Aquí voy a descubrir si esta mujer anda con mi marido. Y ojo de loca no se equivoca”, dijo.
Luego de raspar ocho pastillas de laxantes, decidió ponerlas en la comida favorita de su esposo. “Al mediodía me llama mi marido y me dice que si el queso estaba vencido, que se había hecho en el camión. Ellos tenían una reunión y la otra mujer también comió los chilaquiles, se los compartían”.
Finalmente, la mujer culmina su relato contando cómo terminó la reunión que, tanto su marido como la presunta amante, tendrían con sus jefes: “estaban en una reunión con los supervisores y a la funala se le salió uno con premio. Después de eso la tipa se murió de la vergüenza y dijo que tenía problemas intestinales y fue al médico porque el olor fue muy fuerte”.
