Luego de pasar 20 años enjaulada, encadenada y padeciendo en varias oportunidades hambre, Rosinalva Borges da Silva fue liberada del cautiverio en la que la tuvo su propia madre, en Brasil.
El pasado 9 de febrero, las autoridades de Baixada Maranhense lograron hallar a la mujer que estaba encadenada de manos y pies en grave estado de desnutrición.
Tras su liberación, la mujer sigue hospitalizada por el alto grado de hambre y sed que registró.
Aún se desconoce la identidad de la madre y las razones por las cuales decidió privar de la libertad a su propia hija. Versiones apuntan a que esta decisión la tomó luego de perder dos de sus hijos.