Los gritos de un joven en el barrio José María Córdoba causaron horror la mañana del viernes. Cuando iba hacia la quebrada se le pusieron los pelos de ‘punta’ al percatarse de un cadáver entre las piedras. Estaba boca abajo, su cuerpo sobresalía y la cara estaba sumergida en el agua.
Aturdidos ante semejante escena, los habitantes reportaron el hallazgo a las autoridades.
Hacia las 10:00, hombres del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, de la Fiscalía, acudieron para el levantamiento.
En tumulto, los espectadores rodearon la escena. Cuando voltearon el cuerpo, decenas de alaridos de espanto resonaron. Al descubierto quedó lo poco que quedaba de su rostro, desfigurado y carcomido quizá por carroñeros. Estaba además en alto estado de descomposición.
“Señor bendito, está tieso”, decían varias mujeres, echando cruces ante la tétrica muerte que padeció aquel hombre.
Se trataría de un adulto mayor. Nadie en el barrio lo identificó.
Cerca de tres horas tardaron en levantar el cuerpo. Aunque horrorizados, algunos jóvenes se armaron de valor y ayudaron a cargarlo.
