Carol Isabela Bermúdez, una joven estudiante de Medicina, de 18 años, estaba desaparecida desde el pasado 26 de octubre cuando salió de su casa en Bogotá.
Indagaciones y una carta que la jovencita les habría dado a sus familiares, indicaban que habría viajado a San Gil, fue entonces cuando la investigación se centró en Santander.
«Mamá, estoy bien, tranquila», fue lo último que Carol le manifestó a la su progenitora a través de un minutero, pues su teléfono celular lo dejó en la capital del país.
La mamá, con la esperanza puesta en encontrarla con vida, a pesar de que en una carta la hija le manifestaba sus deseos de no vivir más, inició una incansable búsqueda. Los últimos reportes daban cuenta de que la jovencita sí habría llegado a San Gil. Es más, los investigadores lograron hablar con el taxista que la transportó dentro de la Perla del Fonce.
Tras llegar a este municipio, se dirigió hasta el Malecón del río Fonce, allí se le perdió el rastro, por lo que se supone que tomó la fatal decisión del lanzarse al afluente.
Días antes, Carol y sus familiares habían pasado un fin de semana en Barichara, y de regreso a la capital, le habría hecho preguntas a la mamá sobre la altura de dicho puente y la fuerza del agua en el Fonce. Lo tendría ya todo planeado.
En días pasado, la comunidad reportó el hallazgo de un cuerpo sin vida en el río Suárez, jurisdicción de El Palmar. Efectivamente, luego de estudios de Medicina Legal se confirmó que se trataba de Carol.
Bermúdez Pinilla era estudiante de tercer semestre de medicina, en la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, y había dejado una carta en donde manifestaba su deseo de poner fin a su vida, situación que alertó a sus familiares y amigos, quienes iniciaron la búsqueda en San Gil.
Tras ser entregado a su familia, el cuerpo fue trasladado a Girón donde residen algunos familiares y de allí a Bogotá donde finalmente será sepultado.
