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Conductor murió aprisionado en la cabina de un camión al caer a un abismo en Lebrija

Los trabajadores de la concesión vial se percataron del accidente. Un carro gigante se veía en el fondo del precipicio. Nadie supo que pasó, no hubo testigos.

El llanto de un hombre abrazando a su padre, sumidos en un dolor intenso, dejó entrever que una de las causas del trágico accidente ocurrido ayer en la madrugada en la vía Barrancabermeja – Bucaramanga habría sido la inexperiencia del conductor en carretera. Era el hermano de Wilmer Alexánder Bautista Jaimes, quien falleció aprisionado en la cabina de un carro cisterna cargado con leche, después de caer a un barranco de más de 15 metros.
Con pesar, se reclamaba asimismo por haberle ayudado a conseguir ese trabajo, siendo que Wilmer no era experto al volante de carros pesados.
Tenía 30 años, era oriundo de Guaca (Santander), vivía en Piedecuesta y era padre de dos hijos. En Noviembre comenzó a laborar en una empresa transportadora.

Rodó a su fin
Aunque que no se sabe de manera exacta a qué hora se registró el siniestro, se presume que sería entre la 1:00 y 2:00 de la madrugada, solo que hasta las 6:00 de la mañana, con la luz del día, se conoció el desastre.
Ocurrió en el sector conocido como El Guamito, vía a Lebrija.
Los trabajadores de la concesión vial se percataron del accidente. Un carro gigante se veía en el fondo del precipicio. Nadie supo que pasó, no hubo testigos.
Autoridades de tránsito, trabajadores de la zona y conductores, se unieron para ayudar en el rescate.
Por Wilmer ya no había nada qué hacer, sufrió múltiples traumas; las latas le causaron graves lesiones. Su hermano y su padre también tuvieron que llenarse de valor para sacar el cuerpo.
Wilmer Alexánder venía de Puerto Parra rumbo a Bucaramanga a dejar un cargamento de leche, pero nunca llegó.
Habría perdido el control del pesado automotor en una curva, chocó contra un muro de tierra y cayó al barranco.
No se sabe si quedó con vida, si pidió ayuda, porque nadie lo escuchó.
“¿Por qué lo metí a trabajar en eso?, él me dijo que no le gustaba manejar, mucho menos de noche. No tenía experiencia”, eran los lamentos de su afligido hermano, quien no soltaba a su progenitor.
Más de 6 horas duró el rescate del cuerpo de Wilmer.
“Era un hombre humilde y sencillo, trabajador, en busca de buen bienestar para él y su familia”, manifestó un paisano y allegado

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