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En Santander, un remolino succionó los sueños de ser arquero de Herid Orozco

Un joven de 18 años fue arrasado por la corriente cuando disfrutaba de un baño en el río junto con sus compañeros de colegio.

Nuevamente el municipio de Barbosa, Santander, se tiñe de luto por una dolorosa tragedia. Otro joven fue ‘devorado’ por el inclemente río Suárez.


El pasado 10 de agosto los organismos de socorro rescataron el cuerpo de la menor de 14 años que llevaba ocho días desaparecida y que fue vista por última vez en la ribera del afluente. Su cadáver salió a flote en jurisdicción de San José de Pare, Boyacá.


Ahora, nuevamente se realiza otra intensa búsqueda para encontrar a Herid Santiago Orozco Abaunza. El joven de 18 años fue arrasado por la corriente cuando disfrutaba de un baño en el río junto con sus compañeros de colegio.

Fue succionado por un remolino


El jueves, hacia las 10:00 de la mañana, el joven estudiante del Instituto Integrado de Comercio de Barbosa, salió de una jornada escolar de preicfes y en compañía de varios amigos decidieron ir al río.


“Se encontraban en el sector de Tres Pailas, después de Tres Remolinos. Lo que nos dicen es que el joven se sumergió y no volvió a salir. Algunos especulan que asomó la cabeza y se volvió a hundir”, dijo David Márquez, comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Barbosa.


Al parecer el joven fue succionado por un remolino cuando intentó cruzar el afluente.


Desesperados, sus amigos corrieron por ayuda pero era demasiado tarde. Cuatro unidades de rescatistas de bomberos iniciaron el rescate pero no tuvieron éxito.


“Nos llovió para la parte alta de Boyacá y Puente Nacional lo que hizo que el río se creciera y dificultó la búsqueda”, agregó David Márquez.


Ayer continuó el rastreo pero al cierre de esta edición aún no había sido recuperado el cadáver de Herid.
Sus seres queridos y allegados lamentan su partida. Este año se graduaría, tenía metas por cumplir. Era el orgullo de su madre y el ejemplo a seguir de su hermano menor.


“Era un joven de una familia humilde pero muy soñador, honraba a su mamá, no tenía vicios, era un deportista ejemplar.


“Desafortunadamente aquí los jóvenes no tienen mucho por hacer, no tienen escenarios donde aprovechar el tiempo libre, por eso van al río a bañarse”, expresó Yefferson Prieto, docente entrenador de fútbol de Barbosa.

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