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Conozca todos los detalles del robo dentro de una pizzería en Bucaramanga

Tres robos masivos en menos de un mes se registran en Bucaramanga. Sobre el de la pizzería, autoridades confirmaron que se trataba de ciudadanos extranjeros.

El miedo de los bumangueses ante los inminentes robos ya no se siente solo en las calles. Ahora ni en los establecimientos públicos se puede estar tranquilo, sin saber en qué momento llegan sujetos armados, en motocicletas, a desatar el terror.


Así ocurrió con seis personas el jueves en la noche, cuando fueron víctimas de un violento robo en el barrio El Prado de Bucaramanga.


Dentro de una reconocida pizzería de la carrera 35 con calle 37, a las 7:19 p.m., dos sujetos con cascos puestos, armados con pistolas, entraron y bloquearon las puertas para su cometido.

Dos minutos les tomó a los bandidos asaltar la pizzería. Robaron el producido y todas las pertenencias de clientes y empleados./Foto: Captura de video

“Estábamos sentadas en un rincón del local con tres amigas, compartiendo una comida, cuando llegaron los tipos. Uno se fue directo a la caja, otro se acercó y dijo: “¡pasen todo!”


“A las que tenían celulares en las manos se los raparon. Cogieron relojes, pulseras, aretes, billeteras. En otra mesa estaban dos señoras, a una le jalaron de forma brusca la cadena que tenía en el cuello.

“Solo faltábamos dos por entregar el celular, pero yo alcancé a sacarlo del bolso y tirarlo al piso. Lo escondí debajo de las piernas. Mi otra amiga hizo lo mismo y uno de ellos se dio cuenta; entonces le dijo al otro que revisara”.


Ahí, de acuerdo con lo registrado por las cámaras de seguridad del negocio, la tiran al piso.


“¡Quítele el celular; lo tiene abajo… rápido, sáquelo. Pásemelo…!” se ve y se escuchan en el video el afán y los gritos intimidatorios de los ladrones.


“Al ver que la estaban tratando así, me quité mis aretes y les dije que valían mucho, más que lo que le pudieran quitar a ella, pero era mentira, no eran de oro ni nada. Solo trataba de engañarlos para que se entretuvieran”.


Cuando uno de los ‘pillos’ ya había sacado el dinero de la caja, así como robado a los dos empleados y a la administradora, le dijo al cómplice que se fueran.


“Pero solo se fueron hasta que entregamos todo. Yo intenté forcejear, pero me golpearon con el arma. Hasta mi casco que estaba en un rincón lo vieron, les gustó y se lo llevaron”, dijo una de las afectadas.

Los sujetos ya estarían identificados por las autoridades./Foto: Captura de video.


El apuro de los ladrones era porque los esperaban otros dos cómplices en una esquina para emprender la huida. Salieron de prisa por la carrera 33. Un minuto después, llegó una patrulla de la Policía.

Todo sucedió en dos minutos, pero para las víctimas fueron eternos sumidas en el pavor, porque hirieran a alguien, ante la impotencia porque afuera nadie podía hacer nada, estaban a puerta cerrada.

En menos de un mes, en tres establecimientos en distintos puntos de la ciudad han cometido hurtos masivos, a mano armada.

¿Percepción o realidad?


El 7 de abril de 2021, en la calle 48 #23-03 a plena luz del día, hombres armados entraron a una cafetería del barrio Nuevo Sotomayor donde, uno a uno, despojaron de sus pertenencias a todos los clientes y luego emprendieron la huida en una moto AKT color negro.


A finales de marzo, en una tienda del barrio La Victoria, otros dos motorizados robaron a cinco personas que departían en un negocio de bebidas embriagantres.


El modus operandi es el mismo: hombres armados llegan en motocicletas, ingresan a los establecimientos comerciales y luego de amenazar a las víctimas para quitarles todos los objetos de valor. Aún no se sabe si es un solo que ha perpetrado los asaltos.


Las autoridades confirmaron que en algunos casos, hay ciudadanos de nacionalidad extranjera.

Ayer intentaron robar a varias personas, en una peluquería

En la calle 35 con 25 de Bucaramanga, hacia las 11:30 de la mañana, los habitantes del sector se percataron de dos sujetos a bordo de un moto que rondaban de manera sospechosa.

Algunos se dieron cuenta que cuando ficharon el lugar al que entrarían, taparon la placa de la máquina con un trapo y luego uno, armado, ingresó al establecimiento donde había varias personas.


Amedrentando e intimidando a las clientes y trabajadoras, les exigían que le pasaran las pertenencias, pero ante los gritos desesperados de las víctimas, el hombre desistió y prefirió huir. Solo se pudo llevar un celular.

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