Era oriundo de Rionegro, Santander, pero estaba viviendo en Tona, donde consiguió empleo como cajero en un banco.
Con los ahorros del trabajo pudo comprarse la motocicleta en la que se movilizaba y viajaba los fines de semana para visitar a su padre y a sus hermanos en Rionegro.
En su tiempo de descanso, a Jhon le gustaba salir y tomarse algunos tragos.
Así lo hizo el pasado jueves cuando se encontró con un amigo suyo en Bucaramanga.
Jhon, al parecer, consumió bebidas embriagantes en una discoteca hasta la madrugada del viernes y luego se dispuso a conducir su motocicleta. Llevaba a bordo a su amigo.
Cuando se movilizaban por la calle 20 con carrera 16 en el Bulevar Bolívar, sufrieron un grave accidente.
Aún no se sabe con certeza cómo ocurrió; si Jhon perdió el control de su máquina o chocaron contra otro vehículo.
El siniestro fue reportado hacia las 2:20 a. m., y una ambulancia llegó a socorrer a los motorizados. Jhon era quien peor se veía, su estado era crítico.
Lo ingresaron inicialmente a la Clínica La Merced pero luego fue remitido al Hospital Universitario de Santander, HUS.
Sus familiares y allegados no se apartaron nunca de su lado. Suplicaban por una señal de esperanza, pero no ocurrió.
“No mostró ningún tipo de evolución, esperamos un milagro que nunca llegó. Sus familiares decidieron desconectarlo y que sus órganos fueran donados”, contó una amiga de la víctima.
Hoy se realizarán las honras fúnebres de Jhon en la parroquia Inmaculada Concepción de Rionegro. Sus seres queridos le darán el último adiós.
“Jhon era el tipo de amigo que todo el mundo quería ten. Era humilde, radiante, buena persona, el amigo cool el que siempre tenía una sonrisa para todos”, expresó una amiga de la víctima.
