Del afán solo quedaron los lamentos. La vida de Juan Felipe Garrido Jaimes llegó su fin al sufrir un fatídico accidente de tránsito ocurrido la noche del domingo en el municipio de Tona, Santander.
El hombre de 36 años, era un reconocido transportador del corregimiento de Berlín. Manejaba una turbo en la que cargaba cebolla y la llevaba hasta Cúcuta, Norte de Santander.
Garrido Jaimes llevaba años conduciendo vehículos de carga pesada, conocía los peligros inminentes de la vía. Pero la misma pericia no la tuvo cuando conducía un carro particular.
Esa noche transitaba a bordo de un vehículo de placa FLK 342 y lo acompañaba su amigo Maikol Villamizar y un menor.
Salieron del sector conocido como Frailejones y cuando iban por la vereda El Topón, en jurisdicción del corregimiento de Berlín, Juan Felipe quiso precipitarse y adelantar un camión en plena curva.
No alcanzó a realizar la maniobra, aparentemente iba a exceso de velocidad y terminó saliéndose de la vía y volcándose.
Todo el impacto lo recibió la máquina en su defensa. La carrocería quedó destrozada y los tripulantes quedaron atrapados en las latas.
Pobladores y conductores socorrieron a Maikol y al adolescente. Estaban muy malheridos pero al menos con vida. Juan Felipe no tuvo la misma suerte, yacía exánime dentro de la cabina.
Unidades de criminalística de Policía de carreteras de Santander rescataron su cadáver. Exceso de velocidad e invasión del carril contrario fueron las causas de la fatalidad.
Del estado de salud de los heridos, solo se pudo confirmar que Maikol fue trasladado al Hospital Universitario de Santander, Hus.
Sufrió un trauma craneoencefálico severo. Los médicos luchan por salvarle la vida.
“Maikol también trabaja en lo mismo que Juan Felipe, conduciendo una turbo. Mi hermano se encuentra en coma inducido, nos dicen que hay esperar unos días a ver como evoluciona los hematomas que tiene en la cabeza”, contó a Q’hubo Sergio Villamizar.
