La alegría que irradiaba Juan Carlos Becerra Rojas cada vez que llegaba del trabajo a casa, al ser recibido por sus dos pequeños, será recordada por siempre con especial amor por su esposa Isabella Sanmiguel; sobretodo porque ahora eso será motivación para poder salir adelante. Anoche su corazón quedó destrozado, su compañero de vida fue asesinado.
Juan Carlos, de 28 años, trabajaba como transportador de una empresa de fármacos. Aprovechando que descansaba, decidió salir a compartir con sus amigos el sábado por la noche. Jugaron bolos y tomaron bebidas embriagantes en el barrio Betania.
A las 8:00 p.m. cuando ya iba de regreso con un ‘parcero’ en su motocicleta, rumbo a su casa en el barrio Tejar Norte II, chocaron contra otro vehículo.
El accidente provocó una discusión entre los conductores. No eran más que reclamos entre personas alteradas por un inconveniente.
Lo extraño es que, según cuentan testigos, el conductor de un ‘amarillo’ llegó y sin reparo, ultimó a Juan Carlos, a cuchillo. Lo hirió de forma mortal en el diafragma. Cuando lo vio caer, emprendió la huida.
El amigo de Becerra, atónito ante lo sucedido, lo cargó y se lo llevó en un carro al Hospital del Norte desde donde -por la gravedad de la herida- lo remitieron a la Clínica Chicamocha.
Juan Carlos sufrió un paro cardíaco cuando entró a cirugía. Aquel filoso cuchillo le atravesó órganos vitales, perdió mucha sangre.
Hicieron todo por salvarle la vida, pero hacia las 3:00 de la madrugada, cuando ya estaba en UCI, confirmaron su deceso.
El dolor que sintió Isabella le atravesó el alma. Los sueños y proyectos que tenía con su esposo quedaron desvanecidos. Hacía poco se habían mudado al barrio donde montaron una pañalera que tiene el nombre de la ‘luz de sus ojos’, de 2 años.
“Era un hombre entregado al hogar, daba todo por sus hijos, era un amor como esposo”, expresó entre lágrimas. Tuvo que armarse de valor para darles la lamentable noticia a sus hermanos, quienes viven en Sabana de Torres de donde era oriundo Juan Carlos. Y a sus hijos…