Un ciudadano bumangués le dio la oportunidad de trabajo a un hombre que acudió a él en búsqueda de un empleo.
Pero como dice el adagio: ‘mal paga el diablo a quien bien le sirve’. Meses después el sujeto lo hizo pasar por la peor de las torturas al extorsionarlo con amenazas de atentar contra su vida y la de su familia.
El comerciante no sabía que era su exempleado quien estaba detrás de la millonaria ‘vacuna’.
Dos hombres que se hacían pasar como miembros del Eln lo llamaban a diario para presionarlo, amenazarlo y exigirle la gruesa suma de 25 mil dólares, aproximadamente 97 millones en pesos colombianos.
La víctima creyó que realmente eran criminales peligrosos, pues sabían muchos detalles de su vida personal y de sus negocios en el municipio de Vélez, Santander.
Pero se atrevió a interponer la denuncia en el Gaula de la Policía para solicitar ayuda y no caer en las peticiones de los criminales. Se dijo a sí mismo que si les daba lo que pedían, podrían volver a hacerlo, una y otra vez.
Una vez conocido el caso, los agentes del Gaula iniciaron las investigaciones. Le pidieron al comerciante acordar un encuentro con los extorsionistas para entregarles el dinero.
Cayeron en la emboscada
Los criminales le dijeron al comerciante que debía dejar el dinero dentro de unos costales que habían dejado a un costado de la vía que conduce de Lebrija a Girón.
Lo que no sabían era que los uniformados del Gaula estaban encubiertos, esperando atraparlos en flagrancia.
Un video grabado por los agentes registra el momento en que el comerciante estaciona su camioneta en la carretera, desciende del vehículo y deja un paquete sobre los costales. Luego, se sube de nuevo a su vehículo y arranca.
Confiados en que se habían ganado así de fácil el dinero, no tardaron en aparecer a recoger el botín.
Luego se escabulleron por la zona boscosa, pero en ese momento fueron interceptados por la Policía y los investigadores del Gaula.
Les hallaron en su poder el dinero de la extorsión, la motocicleta en la que se movilizaban y el celular con el que comunicaban con la víctima.
Al comerciante le devolvieron su dinero. Ahí supo que se trataba del hombre a quien le dio trabajo. Se alió con un conocido y usaron la información que tenían sobre él para cometer el crimen.
Las autoridades indicaron que a los delincuentes detenidos por la extorsión les esperan quince años de prisión.
