Pasada la 1:00 de la tarde, varios encapuchados le salieron al paso a un vehículo de Metrolínea, lo retuvieron, bajaron a los pasajeros y lo parquearon en la entrada de la Universidad Industrial de Santander (UIS).
Según información, entre 15 a 20 encapuchados, vistiendo bragas u overoles largos, bloquearon las puertas de ingreso y salida por la carrera 27, la carrera 30 y la carrera 25.
De acuerdo con información preliminar, un bus de Metrolínea que cubría la ruta P6 y transitaba por la calle 11, sentido oriente – occidente, fue retenido por encapuchados.
“Los manifestantes se atravesaron en la vía, hicieron parar el vehículo, bajaron a los usuarios, retuvieron el bus y obligaron al operador a ubicar el bus en la entrada de la universidad”, indicó Metrolínea, por medio de un comunicado.
Durante toda la tarde, el ambiente en los alrededores de la UIS estuvo álgido y tanto estudiantes como trabajadores de los negocios aledaños poco a poco se retiraron.
Todo comenzó a las 11:00 de la mañana, cuando se escucharon varias detonaciones de papas bombas. Inmediatamente fue desalojado todo el personal de la UIS con el fin de preservar la seguridad y la integridad de estudiantes, profesores y administrativos. Por algunos momentos los encapuchados bloquearon la salida de vehículos por la carrera 25 y la carrera 30, pero ante la exigencia y presión de quienes intentaban salir, cedieron y permitieron el libre tránsito.
Un vehículo, propiedad de la UIS fue retenido y vandalizado
Finalizando la tarde, la tensión bajó un poco; sin embargo, los residentes de los sectores aledaños temían que estas personas tomaran represalias con sus viviendas.
Metrolínea rechazó retención de operador y un bus por manifestantes. Los pasajeros fueron evacuados, pero al tratar de maniobrar el vehículo para moverlo y no conseguirlo, obligaron al conductor a que lo llevara cerca a la entrada de la universidad. Una vez el operador parqueó el bus se bajó para resguardarse.
No sufrió ninguna lesión
Sin embargo, el vehículo no se salvó de los ataques. Le desprendieron dos ventanas; rompieron cuatro vidrios, dañaron dos puertas más y rompieron una llanta con arma blanca.
“Desde Metrolínea se hace un llamado a los ciudadanos para que cualquier tipo de manifestación se haga en el marco del respeto por la integridad de las personas y los bienes que están al servicio de la ciudadanía. Aunque el operador no sufrió ninguna lesión por fortuna, los daños hechos al vehículo repercuten en la operación diaria del Sistema, teniendo en cuenta que el bus debe salir de servicio mientras se hacen las reparaciones”, señalaba el comunicado.
