Desde niño, sus amigos y familiares lo conocían como ‘Chuchín’, apodo que, según cuentan sus allegados, hacía referencia a su nombre, Jesús.
Pero el miércoles, pasadas las 8:00 de la noche, cuatro impactos de bala acabaron con los sueños del joven de 24 años.
Fueron instantes de desespero para los residentes del barrio Santa Fe, en Floridablanca, quienes fueron testigos del atroz hecho.
“¡Lléveselo que se va a morir!”, fueron las palabras de la mujer que acompañaba a la víctima, quien en medio de llanto y gritos suplicaba por la vida de Jesús.
Lo dejaron agonizando
Alias ‘Chuchín’ se encontraba reparando su motocicleta en un taller de mecánica, conocido como Maxmotos, cerca a la entrada del sector conocido como El Campanazo.
Allí, dos sujetos a bordo de una moto sorprendieron a David Reyes. No tuvo tiempo de huir, en un par de segundos uno de los sicarios levantó su arma de fuego para propinarle dos disparos en el abdomen y otros dos en el tórax.
Quedó inmóvil, recostado sobre el pavimento. Mogollón agonizaba, con la mirada perdida, sin poder siquiera pedir ayuda por su vida.
Transeúntes y habitantes de la zona fueron los primeros en atender a Jesús. Sin tener quizá conocimiento sobre primeros auxilios, trataron de girar a ‘Chuchín’ de medio lado para salvarlo del ahogo que originaron las heridas.
Tiempo después, David, malherido, fue trasladado por sus familiares hasta la Clínica Bucaramanga, pero todos los esfuerzos fueron en vano, Reyes Mogollón llegó sin signos vitales al centro de salud.
No hay “huellas”
Según relataron los vecinos, los asesinos salieron ‘corriendo’ sin dejar rastro de su paradero.
Hasta el momento, las autoridades adelantan una investigación para determinar los detalles que conduzcan a identificar los responsables.
Sin embargo, quienes presenciaron lo ocurrido, atribuyeron el crimen a dos hombres de nacionalidad extranjera.