Los golpes que sufrió Jaider Guaditd Mejía Fontalvo en la cabeza luego de ser arrollado por una motocicleta, le causaron daños irreversibles. Durante cinco días batalló contra la muerte, pero su salud se complicó y falleció el domingo en la noche.
El siniestro ocurrió el pasado 1 de marzo, a las 7:00 de la noche, en la vía principal del barrio Bucaramanga. Jaider, de 35 años, iba de la mano de su hijo a quien acababa de recoger en el colegio. Al parecer, atravesó la carretera sin percatarse que se aproximaba una motocicleta a toda velocidad.
En cuestión de segundos, reaccionó, empujó a su hijo y lo salvó, pero él no contó con la misma suerte. Fue embestido de manera descomunal. La moto lo ‘levantó’, lo mandó directo al filo de un andén y terminó golpeándose la cabeza.
Jaider no volvió a despertar. Lo recuerdan como un trabajador, honesto, alegre y sociable. “A todos nos decía de cariño tontín. Tenía muchos amigos, era humilde. Desde niño fue muy trabajador. Siempre era sonriente, nos tomaba mucho el pelo, era muy alegre”, manifestó Leidy Mejía, su afligida hermana.
De 35 años partió de este mundo dejando dos hijos de 11 y 12 años. Gran parte de su vida se desempeñó como pintor de muebles.
El conductor y la parrillera también fueron trasladados a un centro médico y al parecer, se recuperan de manera satisfactoria.