Diez meses después de que las autoridades capturaran a Engelber Jampier Salas Datica por el homicidio del profesor pensionado Wilson Alejandro Guerrero, perpetrado en agosto de 2020, cayó el cómplice.
Se trata de Luis Daniel Quiñones Fuenmayor, quien luego de cumplir las audiencias preliminares fue enviado a la cárcel. La Fiscalía le imputó cargos por los delitos de homicidio agravado con hurto calificado y agravado. No se allanó a los cargos.
Ambos quedaron grabados en las cámaras de seguridad de la carrera 34 con calle 119 del barrio Niza de Floridablanca cuando ingresaron a la vivienda del docente. Salieron y horas más tarde lo hallaron sin vida.
El crimen quedó en evidencia el 19 de agosto cuando sus familiares, ante tanto silencio decidieron visitarlo y entrar a la fuerza a la residencia. Fue dramático. Guerrero, de 57 años, estaba en el suelo, todo estaba revolcado, como si los homicidas hubiesen buscado cosas de valor.
Los allegados del docente aseguraron en ese momento que no le hallaron ni el celular ni el computador, por lo que no se descartó que se tratara de un hurto.
Wilson fue visto por última vez el sábado antes del mediodía, realizando sus labores diarias (regando del jardín); precisamente a esa hora los familiares se comunicaron con él por WhatsApp pero después no volvió a responder. Ya pensaban reportarlo como desaparecido.
Sin embargo, con el apoyo de la Policía, una sobrina ingresó a la casa y lo encontró sin vida.
A Guerrero Rivera lo recuerdan como un hombre amoroso y solidario, siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitara.
La investigación precisa que el ‘profe’ habría sido atacado por problemas personales con dos inquilinos con quienes compartía apartamento y que, además le habrían robado las pertenencias.
Por este caso, fue capturado en abril del año pasado Engelber Jampier Salas Datica, de 28 años, conocido como ‘Chendo’, quien además estaría involucrado en varios hurtos.
De inmediato, Salas Datica fue presentado ante el juzgado sexto penal del circuito de Bucaramanga por el delito de homicidio agravado, hurto calificado y agravado.
Se delató después de participar en un robo contra dos hermanos en el barrio Santa Ana de Floridablanca, en febrero de este año.
En la investigación descubrieron que la moto usada en este hurto, coincidía con la que utilizaron en el crimen del profesor Guerrero Rivera. No hay crimen perfecto.