Dos niños de 11 y 13 años ingresaron al Hospital Universitario de Santander, entre el domingo y el lunes, para ser atendidos por quemaduras. Los hechos ocurrieron en lugares distintos.
El primero tuvo lugar en zona rural de Santa Rosa, sur de Bolívar. Según el reporte de las autoridades, un menor de 11 años terminó con quemaduras de segundo y tercer grado, en un 8% de su área corporal.
Según detalló la madre de la menor, el niño estaba jugando con un primo en la casa, donde encontraron un recipiente con gasolina.
El otro menor pateó el tarro plástico que estaba encendido, con el fin de apagar el fuego, pero el combustible cayó en el rostro de la víctima, ocasionándole graves quemaduras.
Por otro lado, en el barrio José Antonio Galán de Bucaramanga un niño de 13 años sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 12% de su área corporal, en cara, tórax anterior, mano derecha y pies por aceite caliente.
La progenitora relató a las autoridades que mientras preparaba unas empanadas el menor se acercó al recipiente donde las fritaban, con el fin de moverlas, pero se le cayó el caldero, regándose el aceite caliente en el cuerpo del niño.
Esto le produjo quemaduras en parte de la cara, pecho, mano derecha y dedos de las extremidades inferiores. De inmediato fue trasladado a la Clínica de Girón y de allí remitido al HUS.
