Katherina Miskena, la mujer de nacionalidad rusa que fue hallada sin vida el fin se semana en una finca de la vereda Guare de Mogotes, llevaba cerca de dos años radicada en el municipio junto a Miguel Ángel Pérez, quien sería su compañero sentimental.
Las causas de la muerte aún no han sido dadas a conocer por las autoridades. Se cree que habría sido asfixiada o estrangulada, ya que su cuerpo no registra heridas visibles o abiertas. Los análisis forenses serán los que determinen cuáles fueron las razones de su ‘extraño’ deceso.
Las autoridades han centrado su atención en este caso, pues luego de inspeccionar la finca, donde estaba la escena del crimen, se halló a un hombre de nacionalidad alemana, quien llevaba cerca de cuatro meses residiendo allí.
Aseguran testigos que en ese ese predio eran comunes las riñas originadas en medio del consumo de licor y, al parecer, sustancias alucinógenas.
El alcalde Édgar Higinio Rueda Triana manifestó que, de acuerdo con lo informado por habitantes de la zona, era constante el paso de extranjeros por ese lugar.
“Efectivamente la comunidad cuenta que en esta finca llegaban varios extranjeros y se presentaba riñas… La residencia de extranjeros en el municipio es poco frecuente, pero sí el paso de muchos, atraídos por las riquezas turísticas de Mogotes”, explicó el mandatario.
Añadió que los extranjeros tenían una mala convivencia con habitantes de ese sector rural y que incluso hay denuncias contra ellos en la Inspección Municipal de Policía.
El comandante del Departamento de Policía Santander, coronel Wilson Javier Parada González, anunció que con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación adelantan la investigación “para esclarecer y localizar el responsable de este hecho, con el fin de dejarlo a buen recaudo de las autoridades”.
Miguel corrió a pedir ayuda
Cerca de 100 metros caminó Miguel Ángel Pérez para pedir ayuda, pues tenía heridas en el rostro y cabeza, producidas con arma blanca.
Con las pocas fuerzas que le quedaban atravesó un afluente hasta llegar a una vivienda vecina en busca de auxilio.
De inmediato los lugareños de la vereda Guare, distante unos 10 kilómetros del casco urbano de Mogotes, dieron aviso a la Policía y al Hospital.
En la finca El Suspiro de dicha vereda acababa de ocurrir un crimen. Cuando los uniformados llegaron hallaron junto a la quebrada el cuerpo sin vida de Katherina Miskena, de 33 años.