Poco antes de las 7:00 de la noche del lunes, el motorizado transitaba por la Troncal Central del Norte, por el sector conocido como La Variante, quizá de regreso a casa para rencontrarse con su amada Neidy Basto y sus tres hijos varones.
Pero el destino le tenía otros planes y en lugar de hacer su arribo a Cerrito, quedó tendido en el asfalto después de recibir aquel golpe contra la turbo roja de placas SKX-100, que iba al mando de un coterráneo de 64 años.
Con su rostro hacia las estrellas y su torso junto a la rueda izquierda del camión, Miler entregó su último aliento sin darle tiempo al personal del Cuerpo de Bomberos y del Hospital San Antonio de prestarle algún tipo de atención.
Las personas que se acercaron al motorizado, en medio de los pedazos esparcidos de su Suzuki Gixxer color negro de placa BZB-64E, solo escucharon el silencio de la muerte al intentar buscarle el pulso.
Nada pudieron hacer más que cubrirlo con una tela a la espera de que las autoridades levantaran el cadáver en este lamentable siniestro vial.