En el relato la joven indica que el superior en una ocasión se “acercó por detrás, me tomó en sus brazos e intentó besarme en la boca; traté de esquivarlo y solo logró besarme en la mejilla”.
Sin embargo, no sería el único episodio abrumador para la uniformada, quien habría asegurado que esa persona “de manera constante ordena que realice tareas dentro de la Policía del Distrito donde él permanece. Esa situación es aprovechada para insinuarme cosas y acosarme”.
Investigación abierta.
Después que circulara por redes sociales la acusación, la Policía de Santander detalló en un comunicado que los hechos “se habrían presentado el pasado 14 de agosto y fueron puestos en conocimiento del mando institucional hasta el 25 de agosto. De inmediato se iniciaron las acciones ”.
La Oficina de Control Interno Disciplinario estaría a cargo de la investigación, pero además “se remitió copia de los hechos denunciados al ente judicial, siendo asignado a la Fiscalía segunda de San Gil”.
En el momento, hasta que haya una conclusión del proceso, ambos uniformados “se encuentran laborando en diferentes unidades del Departamento de Policía Santander”.
A su vez, las autoridades rechazaron de manera “categórica cualquier conducta que se aparte de los lineamientos, directrices y normas institucionales”, asegurando que serán garantes en esta indagación.
