Sus familiares lamentan su pérdida, porque siempre se caracterizó por ser un buen trabajador, excelente padre y un hijo ‘envidiable’.
“No sabemos qué paso. Gran parte de su vida se desempeñó como de minero, tenía experiencia, pero definitivamente cuando un accidente está por pasar es inevitable, pudo ser un descuido. Es un momento muy duro”, manifestó Guillermo Rojas, su hermano, quien con su voz entrecortada, aseguró que era una persona que se ganaba la vida de manera honrada y todo un personaje al que extrañarán eternamente.
La desgracia
Rito Cecilio González Rojas llevaba tres días preparando el terreno, a punta de pica y pala, pero de un momento a otro un alud le sepultó medio cuerpo y quienes se encontraban cerca lo rescataron; sin embargo, sus signos vitales estaban débiles. Aún consciente fue embarcado en un vehículo en particular hasta un centro médico.
A mitad de camino, en el sector de la batea se encontraron una ambulancia, pero cuando los paramédicos se disponían a ofrecerle los primeros auxilios les notificaron que el corazón de Rito había dejado de latir.
Las honras fúnebres se realizaron ayer en Landázuri, donde vivía desde hacía años y donde reside toda su familia.
